La llamada Cumbre sobre Afganistán, concluyó con un llamado a los talibanes a favor de la paz
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha confirmado el apoyo de Estados Unidos a los diálogos con los talibán que han tenido lugar esta semana en Moscú y ha confiado en poder participar en un futuro
«Ha sido un foro eficaz y constructivo. Esperamos poder participar en él», ha aseverado Psaki, quien ha calificado el formato de aquel encuentro de «troika ampliada», en referencia a Rusia, Estados Unidos, China y Pakistán.
«No pudimos asistir por razones logísticas esta semana, pero lo haremos en el futuro», ha remarcado.
El pasado 20 de octubre Moscú acogió un encuentro en el que participaron hasta diez países distintos, así como una delegación de los talibán, en la que se abordó, entre otros puntos, la posibilidad de descongelar los activos que el anterior gobierno afgano mantenía en el extranjero, el envío de asistencia humanitaria y la formación de un gobierno inclusivo.
El encuentro contó con la participación, por ejemplo, de Rusia, China, India, Irán, Pakistán, Tayikistán, Uzbekistán, o Kazajistán. El viceprimer ministro de la administración de los talibán, Abdulsalam Hanafi, calificó el encuentro como «bueno» y «amigable» y aseguró que todas las delegaciones se mostraron a favor de la descongelación de los activos del gobierno afgano.
Cumbre de Moscú acaba con llamado a los talibán para garantizar la paz
Los participantes de la cumbre sobre Afganistán organizada y celebrada en Moscú conclueron su encuentro con un llamamiento a los talibán para que garanticen la paz en el país centroasiático, mientras que han abogado por un desbloqueo de los fondos afganos en el extranjero.
El encuentro, al que han asistido representantes de diez países, entre ellos Afganistán, China, Irán y Pakistán, ha girado alrededor de la situación política en el país tras el ascenso al poder de los talibán, la asistencia humanitaria y la creación de un gobierno inclusivo en el país. concluyó el miércoles y luego se informó al mundo de los resultados.
El viceprimer ministro de la administración de los talibán y enviado a Moscú para la cumbre, Abdulsalam Hanafi, que defendido que el gobierno del grupo es «inclusivo», ha explicado que «todos los participantes de la reunión apoyaron la descongelación de los activos del gobierno afgano, que en realidad son activos del pueblo afgano. Eso no debe ser vinculado con los temas políticos».
Hanafi ha calificado el encuentro como «bueno» y «amigable», mientras que el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha indicado que la toma del poder por parte de los talibán «es un hecho consumado» y ha apostado por realizar más esfuerzos para lograr una paz, al tiempo que ha pedido a las nuevas autoridades que garanticen los derechos fundamentales de la población.
Además, Hanafi también ha hecho hincapié en que la nueva administración es «un Gobierno responsable» y ha agregado que la situación de seguridad en Afganistán «no supone una amenaza para ningún país, de cerca o de lejos». Así, ha resaltado que los talibán «entienden totalmente sus responsabilidades nacionales e internacionales».
En un comunicado publicado tras la cumbre por el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, los países participantes han defendido la necesidad «de un mayor compromiso práctico con Afganistán para tener en cuenta la nueva realidad, es decir, la llegada al poder de los talibán en el país, independientemente del reconocimiento oficial del nuevo gobierno».
Además, en el contexto de crisis económica y humanitaria que atraviesa el país centroasiático, han lanzado «una iniciativa colectiva para convocar una conferencia internacional de donantes de base amplia bajo los auspicios de Naciones Unidas lo antes posible», ya que «la carga principal de la reconstrucción económica y financiera posterior al conflicto y el desarrollo de Afganistán debe estar a cargo de los agentes de las tropas que estuvieron en el país durante los últimos 20 años».
Los talibán, que se hicieron con el poder a mediados de agosto tras entrar en Kabul poco después de la huida del país del entonces presidente, Ashraf Ghani, han anunciado ya la formación de su Gobierno, marcado por la falta de mujeres y de representantes de otros grupos políticos de Afganistán.