El estado actual de la infraestructura vial del país es pésimo y ello limita el crecimiento económico, nos hace menos competitivos e impide el crecimiento del turismo. Con la llegada del invierno el problema se agrava, y todo indica que la mejora de los tramos viales deberá esperar hasta el otro año.
Álvaro Alay y Pavel Arellano Crónica
Recorrer la red de carreteras del país es un verdadero calvario, debido al mal estado en que se encuentra la infraestructura vial. Pero el problema va más allá del rosario de adversidades que se encuentran dispersas por el camino.
El abandono de las carreteras por parte de las autoridades nacionales y locales, puede provocar accidentes de tránsito —como el caso de los baches y hundimientos— o daños a los automotores.
Pero también, según expertos y cámaras empresariales, desincentiva el turismo y nos hace menos competitivos, porque retrasa el comercio con las naciones vecinas y el istmo.
Y por si fuera poco, un estudio reciente da cuenta de que una quinta parte de los puentes del país presentan daños severos y que algunos están al borde del colapso.
Y es que existe un consenso generalizado entre diversos sectores, en el sentido de que para el desarrollo de un país no solo se necesita seguridad y certeza jurídica, también es indispensable una buena infraestructura vial para que esta genere competitividad y con ello crecimiento económico.
En este contexto, hasta mediados del mes pasado el Ministerio de Comunicaciones Infraestructura y Vivienda (CIV) solo había ejecutado el 12.4 por ciento de los Q3,201.0 millones asignados para el desarrollo de infraestructura vial.
En el presupuesto del CIV, para este año también están destinados Q666.3, que serán invertidos en el desarrollo de infraestructura vial de manera conjunta en los departamentos de Sololá, Totonicapán, Quetzaltenango, Suchitepéquez, Retalhuleu y San Marcos. Pero no se ha erogado un solo centavo.
Así lo evidencia un reporte de fecha 15 de julio, del Sistema de Contabilidad Integrada Gubernamental (Sicoin). El citado informe también explica que de Q315.6 millones designados para el mantenimiento de la red vial pavimentada, se había ejecutado el 48.3 por ciento, a pesar de que ya empezó el inverno y con ello se incrementa el daño en las carreteras.
Y para el mejoramiento de carreteras secundarias y puentes, y cuyo presupuesto asciende a Q182.5 millones, no se había ejecutado nada y lo mismo ocurría con el mantenimiento de la red vial terciaria. Se buscó la opinión de la cartera de Comunicaciones, pero al cierre de la edición no habían respondido.
Al respecto, el presidente del Colegio de Ingenieros, Murhpy Paiz, afirma que, a la fecha, en el Gobierno no se han empezado los trabajos preventivos, tomando en cuenta que las lluvias han iniciado, de igual forma indica que se han terminado los procesos de adjudicación de los contratos, pero no se ha iniciado la ejecución de los trabajos.
Freno al turismo
Un reporte reciente de las filiales departamentales de la Cámara de Turismo (Camtur), al que tuvo acceso la revista Crónica, pone de manifiesto el mal estado de la red vial y las consecuencias que esto conlleva para el turismo.
En tal sentido, se detalla que es peligroso y se corre el riesgo de sufrir accidentes al transitar por la ruta al Atlántico, a causa del hundimiento y baches en varios tramos de esta importante ruta nacional.
En Izabal y Petén —en este último departamentos se encuentran importantes centros arqueológicos, como Tikal, que son atractivas turísticos— los tramos también están en malas condiciones.
El altiplano del país no queda atrás, puesto que ahí también hay áreas que se destacan por el mal estado de las carreteras. Esto es fácilmente observable en Quetzaltenango y Sololá. Guatemala es un país que tiene muchas carreteras alternas para llegar a diferentes destinos turísticos, la situación que se presenta es que no hay un mantenimiento adecuado en la época de verano, para que en invierno tengan una condición optima, considera Diego Díaz, presidente de la Cámara de Turismo (Camtur).
A este análisis se suma un estudio que elaboró el Colegio de Ingenieros de Guatemala, dado a conocer el 20 de julio, en el cual se revela que el 19 por ciento de los puentes nacionales —alrededor de 133— evidencian daños severos en su infraestructura y el uno por ciento; es decir, siete, presentan riesgo de colapso.
En tanto que un estudio del estado de la red vial, elaborado por el CIV en noviembre de 2015, indica que en una calificación de 0 a 100, el índice de condición del pavimento de la red vial tenía un promedio de 57, lo que representaba que las condiciones del deterioro de la red vial llegaban al límite de la calificación de regular a malo.
Impacto en la economía
Las carreteras en malas condiciones afectan la economía nacional, porque generan pérdidas de tiempo en el traslado de mercancías y dañan, antes de tiempo, los vehículos. Todo ello nos hace menos competitivos.
Al respecto, Javier Zepeda, director ejecutivo de la Cámara de la Industria de Guatemala (CIG), señala que las carreteras en mal estado limitan el transito fluido, lo cual para el transporte pesado genera la descomposición de los productos perecederos y ello impacta en la competitividad y desarrollo del país.
También, agrega el líder empresarial, aumenta el nivel de riesgo de accidentes para los vehículos que transitan por esos caminos y esto incluye tanto a automotores particulares como al transporte extraurbano.
El estado de las carreteras se encuentra deficiente, empero, hace énfasis en que de alguna manera esto es entendible por toda la crisis económica que el país está viviendo, subraya Zepeda.
Uno de los factores que incide en el acelerado deterioro de los pavimentos de la red vial es la sobrecarga de los vehículos pesados. Adicionalmente, se tiene un crecimiento del parque vehicular —de 1995 a la fecha— de tres millones. Lo cual se agrava, según el Colegio de Ingenieros, por la inexistencia de estaciones para el control de pesos y dimensiones de las cargas vehiculares.
Falta de acciones
El CIV y los gobiernos locales, según los expertos, no han tomado con seriedad el problema de la red vial y ello ha venido a empeorar la situación.
Jorge González Set, ingeniero civil y consultor en temas de infraestructura vial, resalta que hasta el momento no se han visto soluciones integrales para mejorar considerablemente el estado de las rutas, ya que los alcaldes le prestan más atención a aspectos cosméticos que a temas más serios.
El problema que se podría dar en un futuro es que a consecuencia del aumento de carga vehicular, genere más peso para las carreteras y se debiliten gradualmente, asegura González Set.
Las carreteras que se encuentran en la ciudad capital permanecen hasta cierto grado aceptables, lejos de cualquier imperfecto que debe ser atendido, comenta González Set, quien agrega que en rutas fuera del perímetro urbano, está en mal estado. Tomando en cuenta también las rutas secundarias y terracerías, que conducen a los municipios o a las aldeas, se encuentran en un deplorable estado.
Por su parte, Lucía Soto, directora ejecutiva del Consejo de Usuario de Transporte Internacional en Guatemala (Cutrigua), no se ha tenido algún indicio de propuestas para corregir el mal estado en que se encuentra la red vial del país.
Estamos trabajando desde el Gobierno pasado, solicitando reuniones con el Ministerio de Comunicaciones, en concreto con el viceministerio que se encarga del tema de red vial, para buscar soluciones, pero aún no se ha conseguido conocer las diversas formas de solucionar este problema, subrayó Soto.
Luego agrega: realmente en los últimos años sí se ha visto un deterioro en muchas carreteras; por ejemplo, la carretera que viene de Puerto Quetzal a la ciudad, cuando uno regresa puede darse cuenta de que la ruta está prácticamente destruida.
Además, recalca que hay tramos carreteros en construcción que se han quedado inconclusos. Véase las rutas del sur, para comunicar las fronteras de Tecún Umán y Pedro de Alvarado de una manera más ágil, y con la llegada de los inviernos y las lluvias solo deterioran aún más las carreteras y retrasan su recuperación, enfatizó la directora ejecutiva de Cutrigua.
Mientras que el Colegio de Ingenieros asevera que desde el 2007 a la fecha se ha venido recortado la asignación presupuestaria al CIV. El más crítico, en el presente año, ya que redujo un monto de Q 2 mil millones.
Por ello Murhpy solicitó a la cartera de Comunicaciones realizar las gestiones que correspondan a efecto de poder contar con los fondos necesarios para implementar un programa real de recuperación de la red vial, que como mínimo sea de un valor aproximado a los Q 1 mil millones y priorizar las carreteras principales del país.
A la fecha, de Q3.2 millardos presupuestados para desarrollo de infraestructura vial, solo se ha erogado el 12.4 por ciento.