El candidato opositor boliviano Carlos Mesa declaró este lunes que continuará impulsando protestas en las calles hasta conseguir anular la cuestionada reelección del presidente Evo Morales o que lo metan preso.
«Vamos a seguir adelante con las movilizaciones democráticas y pacíficas», dijo Mesa en una multitudinaria concentración opositora en una autopista del sur de La Paz. «O a la cárcel o a la presidencia», expresó.
Mesa destacó como «ejemplo de valentía» la participación de miles de bolivianos en las protestas, principalmente jóvenes.
«Éste es un camino sin retorno, de la conquista democrática, de la conquista del voto, de la conquista de la libertad», enfatizó entre vítores de sus adherentes, flanqueado por el empresario centrista Samuel Doria Medina, derrotado dos veces por el izquierdista Morales en las elecciones de 2005 y 2009.
Las movilizaciones de la oposición fueron calificadas por el vicepresidente boliviano, Álvaro García, de «actitud golpista para enfrentar el voto del pueblo».
Mesa replicó: «estamos aquí firmes», «o a la cárcel o a la presidencia del país».
«La comunidad internacional ha visto que lo que hemos vivido el 20 de octubre ha sido un vulgar fraude» electoral, agregó ante sus seguidores.
El gobernador de La Paz, Félix Patzi, que obtuvo menos del 2% en las presidenciales, también congregó a sus adherentes en una plaza del centro de la ciudad para denunciar un fraude en los comicios.
Los oficialistas, en tanto, se congregaron en la ciudad de El Alto, vecina a La Paz, para celebrar la reelección de Morales.
Heridos
Los choques en las calles dan un saldo de una treintena de heridos y bloqueos de rutas tuvieron lugar este lunes en Bolivia, al inicio de la segunda semana de protestas contra el cuestionado escrutinio electoral que dio al presidente Evo Morales un cuarto mandato al hilo.
«Tenemos una treintena de heridos, hay gente herida grave en el hospital que está siendo operada, una herida de bala, otra con arma punzocortante, también tiene heridas graves», dijo el secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz, el bastión opositor en el oriente del país, Oscar Urenda.
«Para ellos mañana (martes) es último día y han decidido concentrarse y cercar a la ‘Casa Grande del Pueblo'», afirmó Morales en un mitin en la ciudad andina de El Alto, vecina a La Paz, en alusión a la moderna torre donde tiene su despacho.
Morales, en el poder desde 2006, asegura que las protestas forman parte de un plan de «golpe de Estado» contra su victoria en las urnas.
Los opositores desconocen el escrutinio por estimar que hubo fraude y, además de protestar, se preguntan si Bolivia avanza hacia un régimen autoritario y aislado internacionalmente, como el de Nicolás Maduro en Venezuela.
Paros, bloqueos, enfrentamientos
En Cochabamba, que también cumplía un paro con cortes de vías, se registraron incidentes que dejaron cuatro heridos, según el diario local Opinión.
En La Paz hubo bloqueo parcial de calles y choques entre opositores y mineros oficialistas llegados desde fuera de la ciudad y que hacían detonar pequeños cartuchos de dinamita, causando temor entre la población.
Un hombre resultó lesionado, según imágenes de medios locales, tras ser golpeado por los oficialistas. Solo en el centro de La Paz, donde se asienta la mayoría de las oficinas públicas y privadas, hubo relativa normalidad.
Hasta el momento, las barriadas populares de las zonas altas de La Paz no se han involucrado en el conflicto, que ha encontrado su máxima expresión en Santa Cruz bajo la conducción del comité cívico regional liderado por la derecha radical.
En otras ciudades, también hubo paros y bloqueos de vías, como en Potosí (suroeste), Sucre (sureste), Tarija (extremo sur) y Trinidad (noreste).
Nuevo tribunal imparcial
Morales, de 60 años, recibió el apoyo de un poderoso sindicato de campesinos oficialista, que comenzó el lunes a bloquear las carreteras «en rechazo del golpe de Estado, en defensa de la democracia y en defensa del voto indígena».
Estados Unidos expresó el domingo su preocupación por las «irregularidades» en el escrutinio en Bolivia y llamó a celebrar un balotaje entre Morales y Mesa.
«Hacemos un llamado a Bolivia para restaurar la integridad electoral procediendo a una segunda vuelta en elecciones libres, justas, transparentes y creíbles entre los dos principales ganadores», tuiteó el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo.
Para zanjar la crisis, Morales propuso una auditoría electoral por parte de la misión de observadores de la OEA, la ONU y la Unión Europea, organismos que se avienen a la realización de un balotaje.