Ante los acontecimientos ocurridos por el flujo masivo de personas migrantes que ingresaron al país de manera irregular a territorio nacional, el Gobierno manifestó, a través de un comunicado, su rechazo ante la falta de cumplimiento por parte de las autoridades hondureñas de los acuerdos alcanzados en semanas previas.
Según con las autoridades guatemaltecas, entre los acuerdos adquiridos por ambas naciones está el hacer un llamado para la preparación integral de cara a la eventual formación de un flujo masivo de personas programado para el 15 de enero del presente año.
Otro de los pactos había sido que las instituciones se comprometieron a apoyar en el objetivo de disuadir, atender y retornar de manera segura a las personas que quisieran formar parte de dicha caravana.
Durante una entrevista radial, el ministro de Relaciones Exteriores, Pedro Brolo, se refirió al tema, señalando que les tomó por sorpresa el volumen del flujo masivo migratorio.
“Esta caravana no fue espontánea como otras que se han dado. En este caso la capacidad de convocatoria y coordinación fue bastante más grande”, destacó.
El Canciller, además, lamentó que el Gobierno de Honduras no se haya comprometido para frenar y disuadir a este flujo de personas que cruzaron la frontera guatemalteca.
“Se hicieron mecanismos de diálogo con los líderes de la caravana para exhortaros a subirse a los buses y regresarlos a su país, pero no se ha tenido la total disposición de parte de ellos”, manifestó.
Por aparte, relató que en el caso específico de Vado Hondo, en Chiquimula, en donde hubo un enfrentamiento, se creó este cuello de botella en donde las fuerzas guatemaltecas se apostaron para evitar que continuara el ingreso irregular de personas.
Sin embargo, el funcionario lamentó que en la caravana hubiera “infiltrados”, por lo que se dieron actos de vandalismo y violencia de parte de la caravana que trató de pasar y, según sus palabras, esto obligó a que se tuviera que actuar de la manera en que se actuó.