- Las tensiones entre ambos líderes son altas debido a los aranceles impuestos por Trump y sus anteriores amenazas de anexión para que Canadá se una a Estados Unidos como el estado número 51.
- El primer ministro canadiense, Mark Carney, ha prometido reformular la relación de Canadá con Estados Unidos y luchar por mejores acuerdos comerciales.
France 24
El primer ministro canadiense, Mark Carney, se reune este martes con Donald Trump por primera vez desde que su partido ganó la elección con la promesa de enfrentarse a los aranceles y las amenazas del presidente estadounidense de anexar al vecino del norte de Estados Unidos.
El líder del Partido Liberal, de 60 años, ha afirmado que las cosas no pueden seguir igual con Estados Unidos bajo el mando de Trump, y advirtió que no se deben esperar acuerdos inmediatos de la reunión en la Casa Blanca.
Trump ha desatado una importante guerra comercial con Canadá, que considera a Estados Unidos su principal aliado y socio comercial, mientras que ha reiterado llamados extraordinarios para que su vecino país se convierta en el estado número 51 de Estados Unidos.
El republicano Trump calificó a Carney como un «caballero muy agradable» después de que hablaron la semana pasada, pero dijo el lunes que «no estaba seguro» de qué quería hablar Carney.
“Él viene a verme. No estoy seguro de qué quiere hablar conmigo, pero supongo que quiere hacer un trato. Todos quieren”, dijo Trump a los periodistas en la Oficina Oval.
La guerra arancelaria
Trump impuso aranceles generales del 25 por ciento a Canadá y México y gravámenes sectoriales a los automóviles, algunos de los cuales han sido suspendidos mientras continúan las negociaciones. También ha impuesto aranceles similares sobre el acero y el aluminio.
Carney ha prometido rehacer los vínculos de Canadá con Estados Unidos en lo que posiblemente sea su mayor cambio político y económico desde la Segunda Guerra Mundial.
“Nuestra antigua relación basada en una integración creciente ha terminado. Las preguntas ahora son cómo cooperarán nuestras naciones en el futuro”, dijo Carney el viernes.
El líder canadiense también afirmó que “luchará para obtener el mejor acuerdo” sobre los aranceles.
Pero el ultraleal secretario de Comercio de Trump, Howard Lutnick, dijo que sería “realmente complejo” llegar a un acuerdo.
“Tienen su gobierno socialista y básicamente se están alimentando de América”, dijo el lunes a ‘Fox Business’. “Simplemente, no veo cómo esto se resuelve perfectamente”.
‘Momento importante’
El presidente estadounidense se involucró en las elecciones de Canadá desde temprano con una publicación en redes sociales diciendo que Canadá enfrentaría “CERO ARANCELES” si “se convierte en el querido estado número 51”.
El Partido Conservador de Pierre Poilievre estaba en camino de ganar la votación, pero los ataques de Trump, combinados con la salida del impopular ex primer ministro Justin Trudeau, transformaron la contienda.
Carney, quien reemplazó a Trudeau como primer ministro en marzo, convenció a los votantes de que su experiencia gestionando crisis económicas lo convertía en el candidato ideal para desafiar a Trump.
El liberal, un novato político, fue anteriormente gobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, y en este último cargo desempeñó un papel clave tranquilizando a los mercados tras el referéndum del Brexit en 2016.
Carney es conocido por medir cuidadosamente sus palabras, pero enfrentará un reto al lidiar con el confrontacional Trump en territorio estadounidense.
“Este es un momento muy importante para él, ya que insistió durante la campaña en que podía enfrentarse al señor Trump”, dijo Geneviève Tellier, politóloga de la Universidad de Ottawa, a AFP.
El primer ministro canadiense también deberá evitar correr la misma suerte que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, quien se enfrentó a una dura reprimenda de Trump y del vicepresidente J.D. Vance en febrero.
“Obviamente, todos recuerdan el altercado con Zelenski”, dijo Tellier.

Un punto a favor de Carney es que no es Trudeau, el pulido ex primer ministro a quien Trump despreciaba y ridiculizaba llamándolo “gobernador” de Canadá, añadió.
El mundo también estará observando, ya que la victoria de Carney es una de las dos obtenidas por líderes de izquierda en la última semana en elecciones que podrían haberse visto influidas por la postura de Trump.
La victoria de Carney se produjo apenas unos días antes de que el primer ministro australiano, Anthony Albanese, también ganara la reelección en una votación marcada por las amenazas arancelarias de Trump.
Al llegar a la capital estadounidense, el primer ministro canadiense adoptó un tono confiado.
“Canadá y Estados Unidos son más fuertes cuando trabajamos juntos, y ese trabajo comienza ahora”, dijo en redes sociales.
Con AFP