Cara a cara de Rubio Rubín con FIFA.COM

  • El portal web de la Federación Internacional de Fútbol Asociado publicó recientemente una entrevista con el jugador Guatemalteco Rubio Rubín, figura determinante en el equipo que dirige el mexicano Luis Fernando Tena.
  • Rubín habló de todo con Fifa.com y dejó claras sus intenciones de pelear junto al grupo de seleccionados en las eliminatorias mundialistas que arrancarán muy pronto.

Originalmente parte de la estructura de la selección de EE. UU., que incluyó su participación en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Nueva Zelanda 2015 y en un par de amistosos con la selección absoluta bajo las órdenes de Klinsmann, en 2022 el nacido en Oregón cambió de selección para representar a Guatemala, la tierra natal de su madre.

Rubio Rubín junto a Diego Maradona, cuando el argentino dirigió a Dorados de Culiacán en México.

Desde entonces, no ha mirado atrás, ayudando a los Chapines a alcanzar una histórica semifinal en la Copa Oro de Concacaf 2025 —la primera desde 1996— y un lugar en la tercera ronda de las Eliminatorias de Concacaf para la Copa Mundial 26.

Dejamos a nuestros lectores parte de la entrevista del jugador que actualmente milita en el Charleston Battery de la USL Championschip de Estados Unidos.

FIFA: Cuando piensas en el torneo de Guatemala en la Copa Oro, ¿qué viene a tu mente?

Rubio Rubín: Creo que fuimos la Cenicienta del torneo. Ni siquiera clasificamos de manera directa. Nos metimos en problemas en el play-off de marzo (contra Guyana), pero terminamos sacando el resultado y clasificando. Nos ubicaron en un grupo en el que Jamaica y Panamá eran visualizados como los dos primeros y quizás nosotros en tercero, entonces ser capaces de terminar en segundo y después pelear de tú a tú con Canadá y ganarles en penaltis, muestra mucha confianza en el equipo. Contra Estados Unidos en semifinales, también jugamos de tú a tú.

Anotaste contra Canadá, ¿qué recuerdas de ese gol?

Fue como lo que hacemos en los entrenamientos. En cuanto un jugador llega a esa posición por la banda, lanza el centro. En esos momentos, todo es instinto, ¿sabes? Todo pasa en segundos, o incluso milisegundos, en los que piensas: ‘Ok, hizo el recorte, tengo que ganarle la posición a mi defensor’. Y justo cuando (Óscar) Santis recortó, pensé exactamente eso. En cuanto salió el centro, supe que lo único que tenía que hacer era dirigir el balón. No tenía que preocuparme tanto por la colocación. Me agaché y simplemente lo dirigí a portería.

¿Qué significa ser parte de un equipo que hizo historia?

Creo que este grupo tiene la mentalidad de querer hacer historia en lo que viene en septiembre, en las eliminatorias para la Copa Mundial. Fue especial hacer historia en la Copa Oro, pero estamos mentalizados en algo más grande.

¿Qué sientes al vestir la camiseta de Guatemala?

Es todo. Es el país de mi madre. Es mi país. Es muy especial para mí poder representar una parte de lo que soy. Todavía estoy trabajando en el himno nacional, practicando todos los días. De hecho practiqué ayer. Lo pongo mientras voy en el auto al menos una vez, ya sea de camino al entrenamiento o de regreso, para poder pronunciar las palabras y todo lo que implica.

Luis Fernando Tena es un técnico ganador, guió a México a la medalla de oro en Londres 2012. ¿Qué te llama la atención de él?

Sabe muy bien cómo dirigir a los jugadores. Sabe cómo hablarle al jugador que quizás no entró en la convocatoria, al jugador que no ha tenido minutos, al jugador que va de inicio o al jugador que necesita ingresar por cualquier razón. Todo empieza en el entrenamiento y cómo se acerca a ti a nivel personal. Su cuerpo técnico es así también.

¿Qué piensas sobre su grupo en las eliminatorias, con Panamá, El Salvador y Surinam?

Tenemos un grupo difícil. Nada en Concacaf en sencillo. Tenemos mucha confianza y ambición porque hicimos una buena Copa Oro. Creo que jugar de visita contra Panamá en la primera ventana en septiembre nos beneficia, así no tenemos que cerrar contra ellos en noviembre. Si obtenemos un buen resultado, vamos a tener mucho por qué pelear. El partido contra El Salvador obviamente será un partido complicado, pero jugamos en empezamos en casa. Vamos a tener a nuestra afición detrás nuestro. Va a haber mucho apoyo y creo que si tomamos ventaja de la localía, todo saldrá bien.

¿Cómo describirías la pasión de los fanáticos de Guatemala?

Son los mejores de Concacaf, sin duda. Si llegáramos a jugar en la Copa Mundial, todos los estadios estarían llenos con nuestra afición. Habría guatemaltecos volando desde Chicago, desde la Ciudad de Guatemala. De todas partes. Me da escalofríos de solo pensarlo.

¿Cómo se sentiría si Guatemala clasifica a la Copa Mundial?

Mis compañeros y yo hablamos todo el tiempo sobre lo que pasaría. Jugamos dos partidos seguidos en casa al final de las eliminatorias en noviembre, así que algunos decían que no podríamos salir del estadio hasta el día siguiente si lo lográbamos. Sería así de loco. Probablemente nos llevarían a algún lugar a celebrar. Todas estas son cosas en las que uno piensa. Sería especial clasificar a nuestra primera Copa Mundial, pero obviamente primero tenemos que hacer nuestro trabajo.

Cuando estuviste en Dorados de Sinaloa, Diego Maradona fue tu entrenador. ¿Qué cambió en ti como jugador?

Lo que se me quedó grabado fue una vez que estábamos haciendo un ejercicio de definición. Yo había fallado mi último tiro y empecé a irme porque era el final del entrenamiento. Me miró y me dijo: «Oye, ¿a dónde vas?’, le dije que había terminado mi ejercicio y me dijo: «No se termina con un tiro fallido, siempre con gol». Regresé y metí el siguiente, entonces me dijo: «Está bien, ahora puedes irte». Compartir un momento así con él se quedó grabado por el resto de mi vida. Si alguna vez hago un ejercicio de definición o algún tipo de ejercicio por mi cuenta después de entrenar, siempre termino con una nota positiva».

Ha tenido un abanico asombroso de entrenadores como Maradona, Jürgen Klinsmann, Landon Donovan, Tena… y Erik ten Hag cuando estuviste en Utrecht. ¿Cómo ha sido?

Él es probablemente el mejor técnico que he tenido. La manera en la que dirigía a los jugadores en los entrenamientos, las cargas que teníamos. Había cosas que él veía y nosotros no, y entonces jugábamos de otra manera. Era capaz de encontrar la manera de aprovechar los puntos fuertes de algunos jugadores. Creo que eso es lo que le diferenciaba.