La otrora soberbia y poderosa Sandra Torres, ex primera dama de la Nación y excandidata presidencial, dio una muestra grande de debilidad a su ingreso a los tribunales pretendiendo tapar el rostro con una bufanda y anteojos oscuros, reflejo de la difícil situación en la que queda ahora su partido, la UNE, que podría entrar hoy en proceso de extinción.
Los magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), analizarán este día la petición de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), la cual ha solicitado que se cancele el partido por el delito de financiamiento electoral ilícito.
Sin embargo, en medio políticos se comenta la imagen de debilidad que transmitió torres a su llegada a tribunales. En vez de mostrar una actitud digna, procedió a esconder su rostro, aún sabiendo que todos los periodistas sabían que se trataba de la excandidata.
El diputado Mario Taracena aseguró a periodistas que «no se disolverá la bancada de la UNE», pero no quiso comentar sobre la forma en que la líder del partido llegó a la torre de tribunales.
Su estado depresivo se hizo evidente y los médicos del Inacif que le vieron a solicitud de la jueza Claudette Domínguez, recomendaron que se le practique un examen psiquiátrico, pues los síntomas que muestra son preocupantes.
La ex primera dama y dos veces candidata presidencial –ambas ha perdido en segunda vuelta–, ha mostrado síntomas depresivos tras la derrota y ahora se suma su captura, anunciada previamente por el presidente electo, Alejandro Giammattei.
El viernes será escuchada para su primera declaración en el caso y mientras tanto se encuentra en la sección de mujeres de la cárcel de Mariscal Závala, en donde se encuentran varios reos acusados de corrupción durante los últimos tres años y medio, casi todos perseguidos judicialmente por la CICIG, que el pasado martes concluyó su labor en Guatemala.