Luis Enrique Mejía Godoy (Quincho Barrilete) y Carlos Fernando Chamorro reunidos en Washington para conversar sobre cómo las expresiones artísticas han influido en la cultura política de Nicaragua.
Voz de América
Salomé Ramírez Vargas
WASHINGTON — Durante medio siglo, las canciones de Luis Enrique Mejía Godoy han estado inspiradas en los dolores y alegrías de Nicaragua. Sus letras han pasado de generación en generación como referentes sociales que ahora, asegura, son símbolos de resistencia, irreverencia e independencia.
Mejía Godoy habló sobre sus cánticos sociales durante un evento organizado por el Diálogo Interamericano en Washington el martes, que estuvo moderado por el periodista nicaragüense Carlos Fernando Chamorro.
“El arte es un vehículo de expresión de muchas cosas, de sentimientos, sentimientos afectivos y políticos, y en el caso de Nicaragua, el arte se ha manifestado de diferentes formas… el nicaragüense realmente habla poesía en sus expresiones regularmente”, dijo al iniciar el evento Manuel Orozco, director de migración, remesas y desarrollo del Diálogo Interamericano.
Orozco abundó en que con la crisis política, la música “ha venido a retomar de nuevo un lugar especial y predominante” luego de las protestas ocurridas en abril de 2018, que comenzaron luego de que el gobierno del presidente Daniel Ortega aprobara un combo de reformas al seguro social que elevaba el número de cotizaciones.
Las reformas, aunque derogadas tras las manifestaciones, elevaron el descontento social y pronto las demandas de la ciudadanía evolucionaron. Las protestas empezaron a exigir la renuncia de Ortega, quien asumió el poder desde el año 2007, en medio de denuncias de fraudes electorales y reformas constitucionales que eliminaron los límites a la reelección presidencial en este país centroamericano.
La reacción gubernamental al ciclo de protestas dejó más de 300 muertos por la represión del Estado, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En medio de los ataques de parte de la Policía y fuerzas irregulares al servicio del gobierno, las manifestaciones estuvieron cargadas de simbolismo, sátiras y música, al igual que ocurrió durante la revolución sandinista de 1979 que depuso al dictador Anastasio Somoza.
Algunos cantautores que compusieron canciones testimoniales durante la revolución que depuso al somocismo, como Mejía Godoy, se volcaron contra el gobierno de Ortega denunciando la instauración de “una nueva dictadura peor a la de Somoza”.
Mejía Godoy fue uno de los artistas exiliados en Costa Rica desde el 2019 “después de acompañar el estallido de la rebelión de abril con sus canciones de siempre”, según describió Chamorro.
El poder del cántico social
“Algo que jamás van a confiscarnos es la palabra. Así como no pueden encarcelar la esperanza, no nos pueden confiscar la palabra”, expresó Mejía Godoy sobre su experiencia a través de las letras sociales.
El cantautor con una trayectoria de más de 50 años, ha producido más de 30 discos con múltiples canciones que hoy son emblemáticas de la identidad nacional y la canción social de Nicaragua.
Para Mejía Godoy, estas son luchas que no son nuevas. “Es una vieja lucha por la libertad, por la democracia, por los derechos humanos, por la paz”, apuntó.
“Son más de 50 años los que tengo de tercamente defender el canto social como un derecho de los pueblos y de mi pueblo, particularmente en el caso de Nicaragua. Los artistas nunca hemos estado separados de los intereses del pueblo”, dijo el cantautor.
En su conversación, Chamorro expresó a Mejía Godoy cómo sus canciones, aún escritas hace décadas, permanecían vigentes en su llamado a mantener la esperanza en el futuro. Una expresión que, según el cantautor, quisiera fuera diferente.
“Cuando a mí me dicen qué bárbaro qué vigente tu canción, pues no me gusta mucho eso, porque yo lo escribí con el deseo de que cambiaran las cosas y no cambiaron”, apuntó.
A la esperanza, según el cantautor, se le canta “creyendo en ella”. Especialmente después de las protestas, Mejía Godoy aseguró que se propuso escribir “solamente por encargo del corazón y la conciencia”.
“A pesar de la represión y el estado policial que vivimos en Nicaragua, hay una gran comunidad de escritores, poetas, músicos, cantautores, cineastas de distintas generaciones que están en el exilio o que han sido desterrados o impedidos de estar en su patria. Y desde Estados Unidos, desde Costa Rica, desde España siguen haciendo cultura y este arte de resistencia”, agregó Chamorro.
A sus 73 años, y en su segundo exilio, asegura sentirse en una posición “privilegiada” a los demás nicaragüenses radicados en Costa Rica. “Yo creía que me iba a costar más reinsertarme en esa sociedad, y resulta que los abuelos, como suele suceder, los padres, los hijos mayores, siguieron cantando mis canciones y eso es una cosa impagable, porque son los que permiten que la música y la canción no se haga ceniza”, concluyó.
Ante una audiencia de ex presos políticos y exiliados en Washington, Mejía Godoy concluyó la noche con una canción titulada “Me Quitaron Todo”, que escribió en 2023 “a todos estos compañeros y compañeras que han intentado quitarle la nacionalidad, los han desterrado, expatriado, confiscado, les han robado, insultado y que siguen persiguiendo a sus familias”.
[El periodista de la VOA, Houston Castillo, colaboró en este informe]