La esposa del exmandatario de México Felipe Calderón se lanzó como candidata independiente para las presidenciales de 2018, una apuesta arriesgada que, según analistas, dividirá a la oposición en beneficio del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Margarita Zavala, esposa de Calderón (2006-2012) y quien se disputa el liderazgo en las encuestas de intención de voto, solicitó el jueves ante la autoridad electoral su registro como candidata independiente a la presidencia, tras renunciar al conservador Partido Acción Nacional (PAN), la segunda fuerza política de México.
Calderón es recordado por haber lanzado, apenas asumido su mandato en 2006, un polémico operativo militar antidrogas que propició una ola de violencia que ha producido a la fecha unos 190.000 homicidios, según cifras oficiales, que no aclaran cuántas víctimas están relacionadas con las bandas criminales.
Zavala, de 50 años y quien ha sido diputada local y federal, se sumó así a casi 40 aspirantes independientes que estrenarán esta figura para la presidencial de julio de 2018.
«Iniciamos un nuevo camino con la ciudadanía (…) es un acto de libertad y una decisión ética», dijo Zavala, quien la semana pasada renunció a 33 años de militancia en el PAN tras acusar a su líder, Ricardo Anaya, de utilizar su cargo para proyectarse como candidato y de cerrar la puerta a un proceso democrático interno.
Ahora deberá reunir más de 866.000 firmas en 17 de los 32 estados mexicanos para que sea admitida su candidatura y reciba recursos públicos para la campaña.
La gama de aspirantes es rica: ciudadanos comunes, empresarios, un periodista, una indígena del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) -que encabezó un emblemático levantamiento armado en 1994-, y Jaime «El Bronco» Rodríguez, exmilitante del PRI que en 2015 fue electo -como independiente- gobernador del rico estado norteño de Nuevo León.
Zavala es segunda en las encuestas anticipadas que encabeza el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, considerado por el PRI y otros partidos como el verdadero rival a vencer y quien será candidato por tercera vez, ahora con su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Pero el historiador y analista político José Antonio Crespo comenta a la AFP que Zavala como candidata independiente «quizá perderá competitividad y va a desplomar al Frente Ciudadano», conformado por el PAN y el Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda).
PAN y PRD lanzaron su alianza en septiembre, pero pese a su probado éxito para ganar en estados históricamente gobernados por el PRI, este Frente causó resquemor entre simpatizantes, algunos legisladores y la misma Zavala.
– Electorado harto –
Anaya se perfila como aspirante a la candidatura del Frente Ciudadano del lado del PAN; mientras que del PRD, aunque con menor perfil en las últimas semanas, emerge el alcalde capitalino Miguel Ángel Mancera.
El panorama, estima Crespo, se trastorna: Zavala en solitario se debilitaría, pero restaría también legitimidad a Anaya candidato y abonaría votos a favor del PRI, si éste presenta como candidato al secretario de Hacienda, José Antonio Meade.
De 48 años y sin militancia partidista, Meade también fue ministro durante la presidencia de Calderón. Es visto como el «político bueno», ajeno a escándalos de corrupción, y los reflectores del PRI, que abrió sus puertas a un candidato ciudadano, apuntan hacia él.
«Con Meade es más fácil captar el voto útil de los simpatizantes del PAN si ven que las encuestas no les favorecen. Temen a López Obrador tanto por su personalidad como por sus propuestas políticas», añade Crespo.
Anaya, evidentemente, no es ajeno a este análisis: «Es una decisión equivocada, la salida de Margarita Zavala sólo beneficia al PRI, ese PRI que no merece otra oportunidad», denunció en un video.
«Lo que ha beneficiado al PRI es tu actitud como jefe nacional del partido, porque fuiste juez y parte», reviró Zavala.
La presidencia de Enrique Peña Nieto ha estado marcada por escándalos de corrupción y la creciente inseguridad, herencia de Calderón.
Una encuesta del diario El Universal en septiembre colocaba al Frente con 26,7% de las intensiones de voto, seguido de López Obrador con 23,3% y al PRI con 16,5%.
Pero con la deserción de Zavala, advierte BMI Research, firma de la calificadora Fitch, «se erosionaría por completo el apoyo» al Frente y López Obrador se mantendría a la cabeza.
Sin embargo, «la fragmentación del PAN también podría beneficiar al PRI pues muchos votantes del PAN darían su apoyo a otro partido en un esfuerzo por evitar una victoria de López Obrador», señala BMI.
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