Calma preocupante en el gigantesco aeropuerto Hamad de Catar

Una calma preocupante reinaba este martes en el gigantesco aeropuerto internacional Hamad de Doha, uno de los más lujosos del mundo, blanco de un boicoteo regional y del que la compañía Qatar Airways no puede despegar hacia varios países árabes.

La prohibición impuesta a Qatar Airways de volar a Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Arabia Saudita -donde se le retiró la licencia- tuvo un efecto inmediato en el aeropuerto Hamad, que se definía como la «puerta de entrada de Catar en el mundo».

La suspensión de los vuelos «hasta nueva orden» es una de las muchas medidas decididas por Arabia Saudita y sus aliados tras romper relaciones diplomáticas con el país, al que acusan de respaldar a movimientos islamistas radicales.

«Es el aeropuerto más tranquilo que he visto nunca», comentó Katie, al hacer escala camino de Tailandia. «Una calma casi preocupante».

La inmensa estructura, que ha costado 16.000 millones de dólares (14.000 millones de euros) e inaugurada hace tres años, ya solía dar antes sensación de vacío por su tamaño.

Este martes, el aeropuerto estaba casi desierto. Con la anulación de más de 30 vuelos de Qatar Airways desde y hacia Doha, no había filas de espera delante de los mostradores de facturación. Los autobuses de pasajeros y los taxis también escaseaban.

En el hall de salidas se respiraba un ambiente de resignación. Algunos pasajeros miraban en las pantallas los vuelos anulados en aeropuertos de la región como Dammam y Yedá (Arabia Saudita) o Dubái. La mayoría estaban perplejos.

La anulación impide a Razim visitar a su tío en Emiratos Árabes Unidos. «Nunca he visto el aeropuerto en este estado», afirma este ingeniero indio a punto de volar hacia Nueva Delhi. «Es una locura, espero que la crisis termine pronto».

Delante del hall de llegadas, Jaffa, un taxista filipino, estaba preocupado. «Nunca he visto tan poca gente», lamentaba.

– ‘Espantoso’ –

En otros lugares del Golfo, los clientes de Qatar Airways se enfrentaban a una carrera de obstáculos en busca de vuelos alternativos.

La gente acudía en masa a las oficinas de la compañía nacional catarí en la región. En Arabia Saudita, las autoridades decidieron cerrar las oficinas de Qatar Airways «de aquí a 48 horas».

«Todos los vuelos (de Qatar Airways) han sido anulados», protestaba Marsudi, un indonesio que agitaba el billete pagado por su empresa para que viaje a Java. «Tienen que hacer algo», añadía en ausencia de informaciones sobre los pasajeros bloqueados.

En los Emiratos Árabes Unidos, la situación era igual de confusa para los pasajeros de las clases business y para los trabajadores extranjeros que intentan regresar a sus países.

«Es francamente espantoso», declaró Farrukh Hafez mientras intentaba averiguar, delante de una oficina de Qatar Airways en Abu Dabi, si podía usar su billete para regresar a Manchester. «Si no puedo, no podré viajar».

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