Londres, Reino Unido | AFP |
El guatemalteco Erick Barrondo, subcampeón olímpico de 20 km en Londres-2012, vuelve a la ciudad que lo catapultó a la gloria en el Mundial de atletismo. Tras aquella plata no volvió a subir al podio, teniendo que afrontar lesiones y descalificaciones en algunos grandes eventos. «Me estoy levantando», afirma en una entrevista a la AFP.
Sus objetivos, a sus 26 años, pasan por ir recuperándose. En su primer Mundial en Daegu-2011 fue décimo, pero sería descalificado en los dos siguiente en Moscú-2013 y Pekín-2015, mientras que en los Juegos de Rio-2016 quedó en el puesto 50, sin poder disputar los 50 km marcha por lesión.
Tras las dos descalificaciones, quiere terminar ahora «sin ninguna amonestación». Ha cambiado de entrenador, siendo ahora su técnico el español Paquillo Fernández, tuvo una lesión en la rodilla a finales del año pasado y subió de peso. Los 20 km marcha del Mundial de Londres-2017 pueden ser el inicio de su recuperación.
P: ¿Sigue con la misma motivación de seguir ganando cinco años después de Londres-2012?
R: Mi motivación ahora es demostrarle al mundo que muchas veces caemos muy bajo y yo ahora estoy mucho más atrás del punto de donde partí hace cinco años. Eso me motiva pues me estoy levantando y quiero demostrarle al mundo que con la perseverancia necesaria podemos volver a estar en los primeros lugares. Sigo con la mentalidad de ganar pero hoy no busco ganarle a nadie. Después de ganarle a mi lesión, busco ganarme a mí mismo.
P: ¿Cuáles son las expectativas de Erick Barrondo en este Mundial?
R: Recientemente me vine a trabar a España, cambié de entrenador y sistema de trabajo. Al venir, me tocó poner los pies en el suelo y saber que tenía que empezar de cero y llevar un proceso ordenado y bien estructurado. Poco a poco he ido mejorando técnica y físicamente. Por esta razón mis expectativas para este mundial son mejorar mi marca de este año, que es 1:22:40, y terminar sin ninguna amonestación.
– Operación de rodilla –
P: ¿Cómo se encuentra física y anímicamente respecto a otros años?
R: Físicamente aún me falta un poco. En octubre me operaron de la rodilla y estuve casi tres meses sin hacer nada. Gané unos kilos de más, doce para ser exactos, y ya logré bajarlos. Pero aún así estamos construyendo una nueva forma física que nos dure todo el ciclo olímpico. Los ánimos los tengo al 100%. Pienso en positivo y vivo con la esperanza de que encontraré aquí una versión deportiva mía que ni yo mismo conozco.
P: ¿Cuando se gana una medalla en quién piensa o de quien se acuerda uno?
R: Cuando gano una medalla pienso en los días con mis hermanos en los que no teníamos ni que comer y las veces que mi padre nos decía que el mañana sería mejor. Recuerdo a mi mamá y a mi papá trabajando duro bajo el sol para que nosotros tuviéramos dos comidas al día. También recuerdo las veces que no tenía donde dormir y que estaba cerca de hacer la marca para Londres-2012 y que no podía rendirme. Pienso en muchos niños y jóvenes de Guatemala que muchas veces encuentran la inspiración y motivación necesaria en los deportistas.
– Ciclo olímpico hacia Tokio-2020 –
P: ¿Cuántos Mundiales y Juegos Olímpicos más podrá disfrutar su país de Erick Barrondo?
R: No me he fijado fecha para el adiós. Lo que sí es seguro es que este ciclo de aquí hasta Tokio lo voy a hacer y lo haré mejor que el pasado. Honestamente, el simple hecho de pensar en un adiós a la marcha me da miedo. No quiero dejar de hacer lo que me hace feliz y que me dio una nueva oportunidad de vida.
R: ¿Qué significa para usted ser el único medallista olímpico de su país?
P: Ser el único medallista es algo bonito, pues logré lo que no me había propuesto, pero también es un poco triste ya que en mi país la gente vive esperando buenas noticias y los atletas de Guatemala se esfuerzan al máximo, por lo que creo que mis compañeros también merecen ser medallistas olímpicos.
P: ¿Por qué la marcha es tan popular en Centroamérica?
R: Es popular porque desde niños, sin darnos cuenta, nos entrenamos para esta disciplina. Por ejemplo, caminamos hasta dos horas para ir a la escuela, algunos hacen una hora de camino para ir a traer agua. Todo queda muy lejos, por lo que ya se trae una formación que la vida te da. Luego, los resultados que algunos marchistas han logrado a nivel internacional, inspiran a niños y jóvenes a aprovechar esos kilómetros que ya traen en sus piernas. Y también lo es porque, al igual que yo, muchos buscan en la marcha una puerta para sacar adelante a su familia y cambiarles la vida a sus seres queridos y algunos lo hemos logrado.