- El equipo dirigido por Carlo Ancelotti gana 2-0 a Senegal deja buenas sensaciones y es elogiado por una victoria en la que se vio un buen funcionamiento y trabajo de conjunto.
El encuentro se disputó en el Emirates Stadium de Londres como parte de los amistosos de preparación para Brasil rumbo al Mundial 2026.
El primer tanto llegó al minuto 28 a favor de Brasil por intermedio de Estevao. El segundo fue obra de Casemiro alrededor del minuto 35. Dominio del partido: Brasil tuvo una ligera ventaja en posesión (53,3 %)
Ocasiones: Durante el primer tiempo, Rodrygo ya había probado al portero senegalés Édouard Mendy, pero Senegal también mostró capacidad de inquietar en momentos
Lo que funcionó bien para Brasil
Objetivo cumplido con eficacia
Dado que el partido fue amistoso y preparatorio, Brasil logró su meta principal: ganar, probar piezas y reforzar su moral antes del gran torneo. No fue una exhibición brillante, pero sí efectiva.
Jugadores clave responden
Estêvão reafirma su potencial como joven talento, y Casemiro, con su gol, recuerda por qué sigue siendo un referente en el mediocampo. Su experiencia es clave para dar equilibrio al equipo.
Rotación inteligente
Ancelotti aprovechó para dar minutos a futbolistas no siempre titulares en la élite, lo que permite ver cómo se adaptan al sistema y al ritmo internacional.
Construcción de una identidad táctica
Brasil mostró una estructura flexible: un equipo que puede tener posesión, pero que no rehúye los ataques rápidos cuando tiene espacios. Este tipo de amistosos son vitales para ensayar esos momentos.
Dificultades y posibles mejoras para Brasil
Falta de fluidez ofensiva: A pesar de tener una delantera prometedora, Brasil no rompió con claridad la defensa de Senegal en varias fases del partido, lo que puede ser un punto a mejorar de cara a la alta competencia.
Fragilidad en momentos puntuales: Si bien controlaron bastante, hubo momentos de desconexión que podrían costar caro si no se corrigen ante rivales más exigentes.
Transiciones defensivas: En esos momentos en que Brasil pierde la pelota, la recuperación no siempre fue inmediata ni ordenada, lo que deja margen a contraataques peligrosos.
