El primer ministro británico anunció este sábado en una conferencia de prensa la imposición de un nuevo confinamiento nacional que durará un mes, como medida de emergencia ante el preocupante aumento de casos de Covid-19 y el temor a la saturación de los hospitales.
Según el Grupo Asesor Científico para Emergencias (Sage), el coronavirus se está propagando mucho más rápido que en el «peor de los casos» previsto, y el director médico de la nación, el profesor Chris Whitty, explicó en la conferencia que «prácticamente en todo el país hay una tasa de aumento significativa» en el número de casos.
Así lo afirmaban todos los medios ingleses en base a una filtración gubernamental que obligó al premier a adelantar el anuncio, previsto en un primer momento para el lunes.
«Nadie quiere imponer este tipo de medidas en ningún lado”, explicó Johnson, pero se justificó diciendo que «ningún primer ministro responsable puede ignorar estos datos”, y reconoció que sus intentos por controlar el virus con medidas locales no funcionó.
«Nuestra esperanza era que mediante una acción local fuerte, pudiéramos reducir las tasas de infección», declaró, pero «tenemos que ser humildes frente a la naturaleza… Por desgracia, como en gran parte de Europa, el virus se está propagando incluso más rápido que en el peor de los escenarios presentados por nuestros asesores científicos, cuyos modelos ahora sugieren que, a menos que actuemos, podríamos ver miles de muertes por día en el país, un pico de mortalidad, por desgracia, mayor que el que vimos en abril», dijo el primer ministro.
Medidas
Johnson urgió a la población a quedarse en casa y salir solo para lo indispensable, como ir a trabajar.
Los restaurantes, pubs, tiendas de productos no esenciales y locales de ocio tendrán que permanecer cerrados, pero a diferencia del cierre decretado en marzo, las escuelas, colegios y universidades permanecerán abiertas.
«No podemos permitir que este virus dañe el futuro de nuestros hijos incluso más de lo que ya lo ha hecho», explicó el primer ministro, e instó a las familias a seguir enviando a sus hijos a las aulas.