El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, le hizo saber este jueves al Tribunal Supremo que no acudirá a declarar en el caso que investiga sus supuestos intentos de injerir en la Policía Federal, después de las acusaciones en este sentido del que fuera uno de sus hombres importantes en el Gobierno, el otrora ministro de Justicia, Sergio Moro.
Así lo dijo el procurador general de Brasil, José Levi do Amaral, quien comunicó que Bolsonaro, «respetuosamente, declina los medios presenciales de defensa».
Sin embargo, la última palabra recae en el encargado del proceso, el juez del Supremo, Alexandre de Moraes.
El proceso, que se encontraba paralizado desde el pasado 17 de diciembre debido a la incertidumbre de la comparecencia o no del presidente Bolsonaro, volvió a retomarse en abril, después de las últimas revelaciones presentadas por Moro, quien presentó un video en el que Bolsonaro aseguraba que tenía «el poder» para «interferir» en todos los ministerios.
«Tengo el poder e interferiré en todos los ministerios, sin excepciones. En la banca, hablo con Paulo Guedes (ministro de Economía) por si tuviera que interferir. No tengo ningún problema con él, cero problemas. Con los demás también lo haré, no me pueden sorprender las noticias«, dijo Bolsonaro, según la imágenes que publicó el que era por entonces responsable de la investigación, el ya retirado juez del Supremo, Celso de Mello.
Informe final
Do Amaral también solicitó en nombre de Bolsonaro que los informes de De Moraes se les entregue a la Policía Federal para «elaborar un informe final», que se le entregará a la Fiscalía para que decida si presentar una denuncia o archivar el caso.
A su vez criticó la difusión del video de la reunión de ministros del pasado 22 de abril, pues demuestra lo «infundadas» que han estado «algunas de las conclusiones» que han dado lugar a esta investigación.
El video ha sido una de las principales pruebas presentadas por Moro, una de las principales apuestas de Bolsonaro cuando asumió el cargo de presidente de Brasil, después de que se diera a conocer por encabezar el equipo especial anticorrupción del caso ‘Lava Jato’, que acabó con la condena de varios políticos, entre ellos el del expresidente Lula da Silva.
Bolsonaro alude en el video a que no va a esperar a que perjudiquen a «toda su familia o a sus amigos» porque no pueda «cambiar» a algún cargo. «Va a cambiar, si no puede cambiar, cambias al jefe, ¿no puedes cambiar al jefe?, pues cambias al ministro», dijo.
Injerencia para evitar daños en la familia
Según la investigación, Bolsonaro mencionó que trató de cambiar la «seguridad», en referencia a la Superintendencia de la Policía Federal y que esta vez lo lograría.
En caso contrario, dijo, sustituiría al director general de la Policía, Maurício Valeixo, o al propio ministro de Justicia y Seguridad Pública, que por entonces era Sergio Moro, quien presentó su dimisión después de que el presidente brasileño cesara al que fuera jefe de la institución policial.
Fue precisamente Moro quien avanzó ante la Fiscalía los supuestos intentos de Bolsonaro en inmiscuirse en las labores de las fuerzas policiales: «Moro, tú tienes 21 superintendencias, yo tan sólo quiero una, la de Río de Janeiro».
Este es el texto que según el antiguo titular de Justicia habría recibido del presidente en el mes de marzo a través de un mensaje de WhatsApp cuando se encontraba en Washington de viaje oficial.
Las pesquisas se intensificaron después de que uno de los primeros cambios ordenados por el nuevo jefe de la Policía Federal, Rolando Alexandre de Souza, haya sido cambiar de puesto a Carlos Henrique Oliveira, quien dejó la Superintendencia de Río de Janeiro.
En su testimonio, Moro apuntó a que los primeros intentos de Bolsonaro por reemplazar al director de la Policía en Río de Janeiro comenzaron en agosto de 2019 cuando el propio presidente solicitó «verbalmente» la destitución de quien por entonces ocupaba el cargo, Ricardo Saadi.
Tanto en esa ocasión como en las últimas fechas, Bolsonaro, continuó Moro, propuso la candidatura del comisario Alexandre Ramagem, cuya amistad con la familia Bolsonaro, en especial con dos de sus hijos, es públicamente conocida.
No obstante, el Supremo bloqueó este nombramiento y se optó por nombrar a De Souza, hombre de confianza de Ramagem.