El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, arremetió nuevamente este lunes contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) del que dijo que solamente con «fraude electoral» podría vencerlo en las elecciones, sino que también ridiculizó un accidente laboral que sufrió llamándole «nueve dedos».
«Sólo con fraude, vuelve el ‘nueve dedos’. Ahora, si el Congreso lo aprueba y lo promulga, tendremos el voto impreso», dijo Bolsonaro haciendo también referencia a las constantes acusaciones que en los últimos meses ha estado esparciendo contra el voto electrónico y su supuesta falta de seguridad.
Actualmente, el Parlamento brasileño está discutiendo un proyecto de enmienda constitucional sobre este asunto, presentado por una de sus aliadas en la Cámara de Representantes, Beatriz Kicis.
«Arreglando» el país
En una de sus habituales conversaciones con sus seguidores a las puerta del Palacio de la Alvorada, Bolsonaro ha asegurado que su Gobierno está «arreglando» el país, como muestra, dice, que para el próximo mes presentará la candidatura de un nuevo juez del Tribunal Supremo, tras la jubilación de Marco Aurélio Mello.
«¿Hacia dónde iba Brasil hasta el juicio político contra Dilma?», se ha preguntado Bolsonaro en relación al ‘impeachment’ contra la expresidenta Dilma Rousseff en 2016. «Imaginad si ella continuase, ¿y si en 2018 yo me hubiera muerto con la puñalada? ¿Quién estaría en mi lugar? Ahora tenemos que arreglar muchas cosas y las vamos arreglando», ha dicho mencionando el atentado que sufrió en 2019.
Elecciones
- Desde que la Justicia brasileña anuló las condenas contra Lula y otorgándole así todos sus derechos políticos, Bolsonaro no ha escatimado en insultos y ataques contra el líder del Partido de los Trabajadores (PT)
- que si bien no ha hecho oficial una posible candidatura para las presidenciales de octubre de 2022, en Brasil se da por hecho de que si concurrirá a esos comicios.
La última encuesta divulgada por Datafolha da como favorito a Lula, con un 41 por ciento de los votos en la primera vuelta, frente al 23 por ciento que lograría Bolsonaro. En una eventual segunda tanda, el expresidente se alzaría con el 55 de los sufragios, frente al 32 por ciento que aglutinaría el actual jefe del Estado.