El nuevo BMW X1 se impone por su dinamismo y eficiencia, pero también por incluir una gran cantidad de equipos innovadores.
Tiene los mismos rasgos de diseño que caracterizan a todos los modelos X de BMW. Pero siendo el sucesor del pionero, en su segmento automovilístico, el BMW X1 traslada ahora aún más las propiedades propias de un Sports Activity Vehicle (SAV) al sector Premium del segmento de los automóviles compactos.
La segunda generación de este exitoso vehículo, que se fabrica en la planta de BMW en Ratisbona, Alemania, y del que ya se vendieron más de 730,000 unidades, tiene los mismos rasgos de diseño que caracterizan a todos los modelos X de BMW. Sin embargo, el habitáculo es mucho más espacioso, acogiendo holgadamente a los pasajeros y su equipaje.
Además, impera un ambiente moderno y elegante, así como de ingeniosa funcionalidad. La deportividad y el confort dinámico del vehículo se acrecientan gracias a los motores de cuatro cilindros de última generación de BMW Group, a la eficiencia optimizada del sistema de tracción integral inteligente BMW xDrive, así como a la nueva tecnología del chasís.
Este progreso va de la mano de una optimización de las prestaciones y una reducción de las emisiones, que puede llegar a ser de hasta un 17 por ciento en comparación con los respectivos modelos antecesores.
Proporciones que irradian robustez
A primera vista, se puede apreciar que se trata del integrante más reciente de la gama de los modelos X de BMW: en comparación con su antecesor, es más alto (+53 milímetros), por lo que el habitáculo resulta más cómodo. Los asientos son también más elevados (+36 milímetros los delanteros, +64 milímetros los traseros), por lo que el conductor tiene una visibilidad optimizada para controlar lo que sucede en el tráfico.
Asimismo, su diseño interior combina la orientación ergonómica del tablero de instrumentos con un ambiente premium, concebido para disfrutar wde la conducción al volante de un SAV.