El Gobierno de Bielorrusia ha denunciado este martes que las nuevas sanciones anunciadas por la Unión Europea (UE) y varios países contra Minsk «rayan en la declaración de guerra económica» y ha lamentado que opten por las «acciones hostiles» en lugar de por «el diálogo y la cooperación».
«Desafortunadamente, nuestros socios occidentales siguen prefiriendo únicamente las acciones hostiles, las sanciones y la presión sobre un Estado soberano, antes que el diálogo y la cooperación», ha indicado el Ministerio de Exteriores bielorruso en un comunicado publicado en su página web.
Así, ha indicado que el comunicado de la UE sobre su «apoyo al pueblo de Bielorrusia» es «una burla abierta» y «una burla a la lógica y el sentido común». «Estamos seguros de que los colectivos de trabajo y empresas sancionados, así como sus familiares y otros bielorrusos apreciarán este generoso ‘apoyo’ de la UE», ha ironizado.
«Ahora la respuesta a la pregunta tradicional es incluso más obvia: ¿Qué ha hecho la UE por Bielorrusia?», ha recalcado, antes de incidir en que estas sanciones «afectan negativamente a los intereses de los ciudadanos, son contraproducentes y crueles».
«Las acciones destructivas y deliberadas contra la población continúan para supuestamente ‘secar financieramente al régimen’. De hecho, raya la declaración de guerra económica», ha criticado, antes de cargar contra el hecho de que el anuncio tuviera lugar en el 80º aniversario del ataque de la Alemania nazi contra la Unión Soviética.
Ambiciones insatisfechas
En este sentido, el Ministerio ha manifestado que «en el siglo XXI, el pueblo bielorruso se ha convertido de nuevo en un terreno de pruebas para las ambiciones insatisfechas de supremacía de los políticos europeos». «De otra forma, estas acciones imprudentes son difíciles de explicar», ha argüido.
«El Estado bielorruso es capaz y hará todo lo posible para proteger a sus ciudadanos y empresas. Las sanciones y las restricciones no tendrán el efecto deseado sobre los consumidores», ha apuntado, antes de advertir con una respuesta a estas medidas.
Por último, ha argüido que la decisión de la UE «no deja tiempo ni espacio para encontrar ventanas de oportunidad para buscar una salida a la situación actual» y ha pedido a «los países y estructuras europeas que se precipita por el camino de la guerra de sanciones a que escuchen la voz de la razón y piensen sobre el futuro».
La Unión Europea adoptó el lunes la cuarta ronda de sanciones en Bielorrusia que afectará a 78 responsables de la represión continuada del Gobierno de Alexander Lukashenko, incluyendo los responsables del desvío del vuelo de Ryanair a Minsk para detener al periodista Roman Protasevich.
Tras ello, los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido se unieron al bloque y anunciaron nuevas sanciones contra altos cargos del Ejecutivo bielorruso y entidades estatales, como respuesta «a los ataques contra los Derechos Humanos», incluido el reciente caso del avión de Ryanair.