A tres días del inicio de las primarias demócratas en Estados Unidos, Joe Biden y otros candidatos a disputarle la reelección a Donald Trump cortejaron este viernes a votantes en Iowa, mientras tres rivales que estaban anclados en Washington por el juicio al mandatario llegan al estado este fin de semana.
Por una ironía del destino, el histórico proceso de destitución contra Trump en el Congreso retuvo en la capital federal a tres importantes candidatos de la oposición demócrata, todos senadores: los progresistas Bernie Sanders y Elizabeth Warren, y la centrista Amy Klobuchar.
Pero después de una votación este viernes en el Senado que allanó el camino para una absolución del presidente estadounidense la próxima semana, las audiencias se suspenden hasta el lunes, permitiendo a los senadores viajar a Iowa para el último tramo de la campaña.
Mientras, el exvicepresidente Biden y el exalcalde Pete Buttigieg, ambos representantes del ala más moderada del partido, aprovecharon para multiplicar los encuentros con electores en Iowa, un estado escasamente poblado y con campos cubiertos de nieve este fin de enero.
Un gran suspenso domina el final de la campaña, con los cuatro favoritos bastante próximos en los sondeos: Sanders a la cabeza, seguido de Biden, Buttigieg y Warren.
Esta semana, casi uno de cada dos votantes demócratas en Iowa dijo que todavía estaba indeciso antes del «caucus», un atípico sistema de votación.
Es el caso de Stephanie Hull, una estudiante de 21 años que vino a escuchar a Biden en el centro de la pequeña ciudad de Burlington, a orillas del río Misisípi.
El lunes podría elegir al excompañero de fórmula de Barack Obama. «Aún no lo he decidido, pero es posible. Tengo varios otros favoritos en este momento», dijo a la AFP.
«Mucha experiencia»
Los asistentes al acto reciben calurosamente a Biden antes de escuchar su discurso de media hora que varias veces interrumpen con aplausos. «El alma de la nación», reza su cartel de campaña, colgado junto a una bandera estadounidense.
«Es la identidad de la nación» la que estará en la papeleta en noviembre, dijo Biden, el político de 77 años que ve a Trump como una «amenaza» para Estados Unidos.
Biden también destacó su experiencia en política exterior.
«El próximo presidente de Estados Unidos heredará un país dividido y un mundo en desorden», dijo. «Necesitamos un presidente que esté listo desde el primer día».
Christina Carter, de 54 años, una profesora de secundaria de Burlington, tampoco tiene claro su voto. «Me gusta, tiene mucha experiencia, y también ocho años con un presidente que amo profundamente», comentó sobre Biden.
Esto explica en parte la popularidad de Biden, que desafió las predicciones al seguir primero a nivel nacional en las encuestas.
Sin embargo, su edad y sus constantes gafes son preocupantes. Y en Iowa, sus discursos parecen carecer de la llama que anima a algunos de sus rivales.
«Derrotar a Trump»
El lunes a las 19H00 en Iowa (01H00 GMT del martes), más de 600 mil habitantes afiliados al Partido Demócrata están invitados a presentarse en unas 1 mil 700 salas –escuelas, teatros, iglesias– para expresar públicamente su decisión, agrupándose bajo la bandera de un candidato.
Una cosa los une, según el presidente del Partido Demócrata estatal, Troy Price: «Muchos quieren asegurarse de derrotar a Donald Trump».
En Iowa, la política es un asunto serio. El primer estado del país en votar en las primarias ocupa un lugar decisivo en el calendario electoral, a pesar de que, con poco más de tres millones de habitantes, representa sólo el 1% de la población estadounidense.
Aquí, es normal que un candidato presidencial pase tiempo hablando con un puñado de personas, lo cual hace que el hándicap de los senadores que estaban varados en Washington sea aún más grave.
Al igual que Biden, Buttigieg, de 38 años, atravesó Iowa el viernes para reuniones que centró, en parte, en los indecisos y regiones que votaron por Trump en 2016.
Estos dos moderados buscan presentarse como el candidato más adecuado para reunir al país después de cuatro años de amargas divisiones.
Buttigieg, un exmilitar y primer candidato gay que podría ganar la nominación, destaca su juventud para presentarse como una alternativa a Biden.
Sanders, según él, dividiría demasiado las aguas. «Debemos galvanizar, no dividir», señala.
«Ahora no es el momento de correr el riesgo de retroceder o confiar en recetas antiguas que nos han llevado a donde estamos», dijo a una asamblea de unas 350 personas en Clinton, Iowa.
«Pete parece capaz de unirnos un poco mejor que algunos de los otros», dijo Pat Carr, un educador jubilado de 69 años que vino a escucharlo. «Veamos si podemos convertirnos en un país unido».