El Bayern de Múnich sufrió un resbalón doloroso en su visita al Eintracht de Fráncfort, con una derrota por 5 a 1, su mayor revés en la Bundesliga desde 2009, que le descuelga en la clasificación, en la que el Borussia Mönchengladbach se escapa como líder.
Este último, que había comenzado la 10ª jornada con un punto de ventaja sobre los muniqueses, amplía su margen a cuatro unidades tras imponerse 2 a 1 en el campo del Bayer Leverkusen.
Pero el golpe en la mandíbula recibido por el Bayern, que baja además al cuarto puesto, eclipsó casi todo lo demás en la jornada alemana, incluido el impresionante 8 a 0 logrado por el RB Leipzig ante el Maguncia.
El RB Leipzig se puso tercero, manteniéndose a cuatro puntos de la cabeza, mientras que el nuevo segundo es el Borussia Dortmund, que venció 3-0 al Wolfsburgo y sigue a tres unidades del Mönchengladbach.
El Bayern de Múnich no sufría una derrota tan dura en el campeonato alemán desde el 5-1 en contra que sufrió en Wolfsburgo en la campaña 2008-2009.
El serbio Filip Kostic (minuto 25), el suizo Djibril Sow (33), el argentino David Abraham (49), el austríaco Martin Hinteregger (61) y el portugués Gonçalo Paciencia (85) firmaron los goles del Eintracht, sexto clasificado ahora a apenas un punto de su rival de esta jornada.
Para el Bayern anotó Robert Lewandowski (37), el 2 a 1 provisional, antes de una segunda mitad de pesadilla para los suyos.
La contundencia de la derrota fragiliza la situación del entrenador croata Niko Kovac, que ya había recibido críticas en las últimas semanas.
Su peor momento había sido tras la derrota 2 a 1 en casa ante el Hoffenheim a principios de mes, seguida luego de un empate 2-2 en Augsburgo.
A partir de ahí, el Bayern pudo encadenar tres triunfos, ante Olympiakos (3-2) en Liga de Campeones, el Unión Berlín (2-1) en la Bundesliga y el segunda división Bochum (2-1) en la Copa de Alemania, pero en todos los casos por la mínima y con una imagen que no convenció a prensa y aficionados.
La pésima impresión dejada en el césped del Commerzbank Arena reaviva la sensación de crisis en el club más laureado de Alemania, antes de una semana importante, en la que recibirá al Olympiakos en la Champions y, sobre todo, al Borussia Dortmund en el ‘Klassiker’ de la liga alemana.