Londres, Reino Unido | AFP |
El exmarchador español Paquillo Fernández ahora entrena a uno de los grandes nombres del atletismo latinoamericano, Erick Barrondo, con el que trabaja desde hace menos de un año. En el Mundial de Londres, eso sí, siente que «no es el momento» para que el guatemalteco logre el domingo una medalla.
Barrondo deslumbró al mundo en los Juegos Olímpicos de Londres-2012, donde fue plata con apenas 21 años en los 20 kilómetros marcha, pero desde entonces no pudo volver al podio de una gran competición, teniendo muchos problemas con su técnica y con descalificaciones frecuentes. Al final del año pasado tuvo además una lesión de rodilla.
Por eso decidió ir a entrenar en España con su esposa Mirna Ortiz, también marchadora, para prepararse con Paquillo Fernández, uno de sus ídolos y que en el pasado ganó medallas importantes (plata olímpica en 2004 y platas mundiales en 2003, 2005 y 2007).
Pregunta: ¿Cuál es el objetivo real para Erick Barrondo y Mirna Ortiz en este Mundial de Londres?
Respuesta: Para Erick, lo principal es que mejore el tema técnico. Ha tenido muchos problemas en los años atrás con eso. Estaríamos contentos si no es descalificado y mejore su tiempo, pero sobre con que vea que su técnica ha mejorado. Hemos bajado su intensidad de los entrenamientos y hemos incorporado un tapiz rodante. En el tapiz hay unos sensores que detectan la fase de vuelo y te lo pone en la pantalla, así el marchador ve su fase de vuelo y el marchador sabe lo que tiene que corregir. En cuanto a Mirna, ha tenido menos problemas de técnica. Se incorporó más tarde a los entrenamientos en Guadix (Andalucía, sur de España), por su operacion de rodilla. Nos gustaría que estuviera entre las diez primeras.
P: Erick Barrondo vivió en Londres su gran momento en los Juegos Olímpicos. ¿Puede aspirar a otra medalla en la misma ciudad?
R: Erick era muy joven cuando su plata de Londres. Fue algo que consiguió por su calidad, es un portento de la naturaleza. Para él fue un cambio de vida, es un rey en Guatemala, el deportista más importante. Pero Erick tiene una cosa buena: tiene los pies en el suelo. Sabe que no es su momento ahora en Londres para estar en el podio. Tiene una capacidad impresionante y es acojonante lo que ha mejorado, lo que asimila. Pero sabe que no es el momento, que ahora se trata de trabajar el tema técnico. Aunque él quiere ir más rápido y me lo diga, pero ahora lo importante es la técnica.
P: Si Londres-2017 no es el momento, ¿cuál es el objetivo a medio plazo? ¿Los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020?
R: El plan es llegar a Tokio a luchar por las medallas, no sé si en 20 o 50 (kilómetros), pero si sigue como va, allí sí que podrá luchar contra los mejores con más porcentaje de éxito.
P: ¿Cómo se dio esta nueva etapa de entrenador de Erick Barrondo y Mirna Ortiz?
R: Hace cuatro o cinco años comencé a conocer a Erick. Por el tema del idioma, él me preguntaba cómo le veía, me tenía idolotrado porque me había visto antes por televisión. Hace un tiempo se puso en contacto conmigo porque quería venir a Europa. Llegamos a un acuerdo, a mí también me motivaba. Entrenar me permite seguir ligado a lo que ha sido toda mi vida, la marcha atlética.
P: ¿Quiénes son los favoritos para la marcha de este Mundial?
R: Está todo abierto este año. En los últimos años estuvieron ahí los chinos, el español Miguel Ángel López ganó el Mundial en Pekín (en 2015) y siempre hay alguien más que se puede colar. A priori deberían ser los favoritos los chinos. Después, siempre hay gente nueva, está todo abierto. No es como en la época de Jefferson Pérez o Paquillo Fernández, que siempre estábamos ahí los dos, ahora todo se ha abierto mucho.
P: ¿Hay alguien en la marcha latinoamericana que pueda marcar época como hizo Jefferson Pérez en el pasado?
R: Es complicado estar muchos años consiguiendo medallas y en la élite. Ahora, en estos tiempos, es más difícil porque hay muchos atletas del mismo nivel. Si tuviera que apostar por alguien, lo haría por Erick, que tiene 26 años. Hay mucha gente joven en Latinoamérica que podría, pero todavía no se ha visto ese atleta hecho, estable, que esté ganando medallas cada año.