El banco español Santander anunció este miércoles haber perdido 8,771 millones de euros (10.500 millones de dolares) en 2020, por las depreciaciones de activos provocadas por la pandemia, en un ejercicio en el que también suprimió 3,500 empleos.
«Ha sido uno de los años más difíciles en la historia del Santander», reconoció la presidenta del banco, Ana Patricia Botín, en una rueda de prensa, matizando no obstante que siente un «optimismo realista» a medio plazo.
En la bolsa de Madrid, donde los inversores habían anticipado el resultado desde hace tiempo, la acción subía un 1.38% hacia las 15H30 GMT, y se situaba en 2,57 euros.
En el segundo trimestre, las desastrosas perspectivas económicas de la economía mundial obligaron a la empresa a revisar a la baja el valor de varias de sus filiales, especialmente la del Reino Unido, creada en los años 2000 tras comprar varios pequeños bancos a un precio elevado.
Además, el Banco Santander tuvo que provisionar en 2020 más de 12.000 millones de euros para cubrir los riesgos de impago de créditos, una dotación que representa un 47% más que el año anterior.
Dicho dinero, que cuenta como pasivo en los balances, le permitirá afrontar el peligro de que sus clientes, tanto particulares como empresas, no sean capaces de reembolsar los créditos contraídos como consecuencia de la crisis económica.
En los últimos tres meses del año, la entidad tuvo que afrontar unos costes de reestructuración de 1,100 millones de euros, correspondientes a un nuevo plan de salidas en España que afectó a 3,500 puestos de trabajo. En 2019, la mayor entidad bancaria española ya había suprimido 3.200 empleos.
Optimismo con Brasil
El banco destacó haber observado «signos de recuperación en el segundo semestre del año», gracias a que las restricciones destinadas a luchar contra el virus fueron menos estrictas que en primavera.
La entidad afirmó en ese sentido que de junio a diciembre se produjo «una recuperación del crédito nuevo hasta niveles pre-covid». En el cuarto trimestre, el banco logró además un beneficio neto de 277 millones de euros.
El margen de intereses, equivalente al volumen de negocio, retrocedió no obstante un 9.3% respecto a 2019 y quedó en 31.994 millones de euros.
«Sudamérica sigue siendo el motor de crecimiento, liderado por Brasil«, el primer mercado del Santander, destacó Ana Patricia Botín.
En 2020, Sudamérica representó el 42% del beneficio. Brasil concretamente supuso el 30% del lucro global del banco, mientras que Europa representó un 37%.
Pese a la virulencia de la crisis sanitaria en Brasil, uno de los países del mundo más afectados por la pandemia, el Santander se dijo «optimista» con la mayor economía latinoamericana, en un 2021 decisivo para su recuperación.
«Es un país muy grande, con unas zonas mejor que otras. Brasil está vacunando también», destacó Botín.
«La vacuna es la política económica más importante para 2021 (…) El éxito de la vacunación actuará como un fuerte catalizador de la recuperación económica», dijo previamente la directiva en el comunicado de anuncio de resultados.
Botín descartó enérgicamente todo proyecto de fusión o adquisición, en un momento en que otros dos grandes bancos españoles, CaixaBank y Bankia, están en pleno proceso de fusión. En los últimos meses también afloró un proyecto de unión entre BBVA y Banco Sabadell, pero finalmente fracasó.
«En España tenemos un 20% de cuota de mercado, nos parece más que suficiente para crecer», dijo Botín, enfatizando que no hay «planes de consolidar» en Europa «ni fuera» del viejo continente.