La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, criticó este lunes la falta de «avances» en la situación de los derechos humanos en Nicaragua, e instó a las autoridades a reanudar una «cooperación efectiva» con su oficina.
«Desde mi última actualización oral sobre Nicaragua en julio pasado, no se han observado avances en la situación de derechos humanos ni muestras del Gobierno para abordar constructivamente las tensiones y problemas estructurales que desencadenaron la crisis sociopolítica en abril de 2018», dijo Bachelet en la 45ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU reunido en Ginebra.
Amenazas
Según la expresidenta chilena, su oficina registró «30 casos de amenazas e intimidaciones» en contra de defensores de derechos humanos, periodistas, estudiantes, dirigentes campesinos y miembros del clero católico.
«También continúa registrando casos de posibles violaciones del derecho a la vida, como el homicidio de un hombre a manos de un elemento armado progubernamental, el 19 de julio en La Trinidad, Estelí», agregó.
Bachelet señaló que «la mayoría de las recomendaciones» formuladas por su oficina en un informe de septiembre de 2019 no fueron aplicadas, incluyendo aquellas en materia de «reformas electorales e institucionales», lo que ha dado lugar a la «perpetuación de la impunidad y a nuevas violaciones».
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Medidas
Ante esta situación, la Alta Comisionada instó al gobierno a «implementar dichas recomendaciones, en particular en vista de las elecciones previstas en noviembre de 2021», y a «reanudar una cooperación efectiva con mi Oficina, incluso autorizando una misión al país».
Nicaragua celebrará en noviembre de 2021 elecciones legislativas y presidenciales, en las que el presidente Daniel Ortega buscará su tercera reelección sucesiva.
La oposición, que se organiza para participar en los comicios, exige reformar el sistema electoral, actualmente controlado por el oficialismo, para asegurar elecciones limpias y con supervisión internacional.