Se estima que en la biodiversidad de Guatemala existen más de 700 especies y 83 familias de aves, siendo una gran oportunidad para promover el aviturismo en el país, el cual no solo se limita a la observación de aves sino también, abre una ventana a las actividades turísticas físicas al aire libre que se pueden realizar en espacios naturales y qué en su mayoría significan apoyo para reinvertir en la conservación de la biodiversidad.
Por ello, uno de los destinos más visitados para conocer sobre la vida silvestre es la Ciudad Colonial, Antigua Guatemala, ya que se encuentra rodeada de cerros, montañas y volcanes que aún conservan una buena cobertura boscosa original y la convierten en un escenario perfecto para la práctica de avistamiento de aves, caminatas, bicicleta de montaña, trail running y otras actividades físicas al aire libre.
“El interés de los guatemaltecos por participar en actividades como el Aviturismo está en auge. Actualmente podemos encontrar en redes sociales muchas páginas de grupos de pajareros que comparten sus avistamientos y sus fotografías. La fotografía de aves es, además, otra actividad que en los últimos años ha tomado relevancia, tanto que ya hay operadores que actualmente ofrecen el segmento de fotografía de aves al mercado internacional”, resaltó la Coordinadora de la Comisión de Turismo Sostenible de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), Dagmar Moreno.
Añade que en San Bartolomé Milpas Altas y El Hato, Sacatepéquez, es donde se resguarda gran parte del bosque natural que aún conservan los alrededores de Antigua Guatemala. Aquí se encuentran los jardines de lavanda más grandes del país, así como senderos rodeados de naturaleza donde se pueden observar las aves que llegan al sitio.
También en el área de El Hato existen reservas naturales privadas y listas para recibir a los turistas en donde aún se encuentran bosques naturales, principalmente de pino y encino que además conservan especies nativas y miles de aves migratorias que pasan por temporadas en el territorio guatemalteco.
“En una semana, un observador de aves puede identificar en Guatemala más de 300 tipos de aves, incluyendo especies endémicas regionales o de hábitat restringido, así como variedad de especies migratorias. Además, la experiencia se enriquece por los abundantes atractivos culturales y de paisajes que ofrece el país, ya que pocos lugares en el mundo cuentan con tal variedad en tan poco tiempo”, comentó Irene Rodríguez, presidente de la Asociación de Aviturismo de Guatemala.
A nivel mundial, el Aviturismo es uno de los segmentos mejor establecidos del ecoturismo y más importantes en términos económicos, pues no requiere de grandes inversiones en infraestructura y contribuye, en gran medida, a la conservación de la biodiversidad. Además representa una generación de ingresos para las áreas protegidas nacionales y de reservas naturales privadas.
Para promover esta práctica que apoya a la reactivación económica, se realizará la Feria de Aviturismo el 10 y 11 de abril en donde se realizarán talleres, conferencias, Ciencia Ciudadana y salidas de observación de aves.