La búsqueda de dos miembros de la familia Kennedy, desaparecidos durante un paseo en canoa, no permitió encontrarlos y las autoridades de Estados Unidos los dan por muertos, informaron este sábado sus familiares.
Se trata de un nuevo drama para la célebre dinastía estadounidense, golpeada varias veces por la tragedia desde el asesinato en 1963 en Dallas del presidente demócrata John Fitzgerald Kennedy (JFK).
Su sobrina nieta Maeve Kennedy McKean, de 40 años, no regresó el jueves de un paseo en canoa con su hijo Gideon, de ocho años, en la bahía de Chesapeake, en la región de Washington, anunciaron el viernes las autoridades.
La guardia costera, policías y bomberos se lanzaron a buscarlos, pero no los encontraron.
«Las posibilidades de que hayan sobrevivido son extremadamente bajas. Está claro que Maeve y Gideon murieron», dijo su esposo, David McKean, en un mensaje publicado en Facebook.
La búsqueda «ya no es una operación de rescate, sino de recuperación» de los cuerpos, añadió en un comunicado la madre y abuela de las víctimas, Kathleen Kennedy Townsend.
Ésta última es la hija mayor del exsecretario de Justicia Robert Kennedy, el hermano de John, que fue asesinado en 1968 cuando tenía grandes posibilidades de ganar las primarias para representar a los demócratas en las elecciones presidenciales.
La familia sufrió otros dramas. Uno de los hijos de Robert Kennedy, David, murió a los 28 años de una sobredosis de cocaína en un hotel de Florida, en 1984.
Otro de sus hijos, Michael, murió tras golpearse contra un árbol mientras esquiaba en 1997 en Colorado.
En 1999, el hijo de «JFK» murió con su mujer Carolyn y su cuñada Lauren al estrellarse el avión que pilotaba en Massachusetts.
Saoirse Kennedy Hill, una nieta de Robert Kennedy, también murió el año pasado de una sobredosis, a la edad de 22 años.