Por Valeria Barillas
El nuevo coronavirus ha provocado la muerte, según el Ministerio de Salud, de al menos ocho profesionales de la salud y contagiado a más de 400 personas del sector.
El viceministro de Salud, Germán Scheel informó, en conferencia de prensa, que en los últimos tres meses han fallecido cinco médicos, dos enfermeros y otro trabajador hospitalario.
Se contabilizan 135 médicos del sector público y privado contagiados, así como 164 enfermeros, 56 técnicos, 15 auxiliares de enfermería, 48 administrativos, 2 nutricionistas y 49 de otras áreas infectados.
Según la agencia de noticias AFP, “la cifra fue revelada tras semanas de denuncias en los hospitales públicos por la escasez de equipos de seguridad y la falta de pago por parte del gobierno del presidente Alejandro Giamattei, quien recientemente anunció que crearía una unidad especial para agilizar los procesos de compra de material en el Ministerio de Salud”.
Grupos sociales y diputados de oposición también han denunciado la saturación de las clínicas estatales, entre otras críticas sobre la estrategia oficial contra la COVID-19.
«En la primera línea de combate»
Entre los médicos fallecidos se encuentran José Alfredo Mollinedo, pionero en trasplantes renales. Estudio un postgrado en Nefrología en México.
César Augusto Marroquín Solórzano, quien ejerció su profesión 26 años en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) en el departamento de Cirugía.
También se lamenta el fallecimiento de Amelia Patricia Hernández Marroquín, especialista en Ginecobstetricia, quien laboraba en un sanatorio privado de la zona 15; César Augusto De León López, médico retirado y Carlos Sánchez Rodas, médico y catedrático titular de la maestría de Pediatría del Hospital Roosevelt.
Jorge Luis Ranero, presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos, lamenta el fallecimiento de los colegas y recalca que, aunque no todos los fallecidos se encontraban en la primera línea de combate, los doctores suelen encontrarse más expuestos y ser más vulnerables al virus.
“Exijo que se le proporcione equipo de protección a todos los médicos que están brindando sus servicios durante la pandemia”, dice.
Déficit de personal médico
La defensora de la Salud de la oficina del Procurador de los Derechos Humanos, Zulma Calderón, asegura que durante esta pandemia el país no solo se enfrenta una deficiencia en infraestructura, sino también afronta un déficit de personal.
“Lo que hemos evidenciado en los informes de la procuraduría es que alrededor del 30 o 40 por ciento del personal de salud está en cuarentena o suspendido, lo que debilita más la respuesta del sistema de salud”, agrega.
Calderón también expone que el Estado guatemalteco no tiene un plan de acción como respuesta para esta situación y los extremos se han podido observar en casos como el del Hospital de Villanueva en el que se quedaron casi sin personal para cubrir los turnos.