Una autopsia encargada por la familia de George Floyd concluyó este lunes que el hombre murió por «asfixia debido a una presión sostenida» cuando un policía lo inmovilizó colocándole la rodilla en el cuello, lo que contradice los resultados de la necropsia oficial.
«Los médicos independientes que realizaron la autopsia a Floyd el domingo determinaron que la causa de la muerte es asfixia debido a una presión sostenida», dijo el abogado Ben Crump, en un momento en que la indignación por la actuación de la policía generó una ola de protestas en Estados Unidos.
Después de que la primera autopsia realizada por el servicio médico del condado apuntara a que Floyd murió por una combinación de factores, entre ellos la inmovilización, pero también debido a patologías subyacentes.
Sobre este punto la doctora Aleccia Wilson, directora de Autopsias y Ciencias Forenses de la Universidad de Michigan, indicó que «hay evidencia de que se trató de un caso de asfixia mecánica o traumática».
Floyd, un ciudadano negro 46 años, murió después que un policía blanco lo inmovilizara y le presionara el cuello con la rodilla durante más de nueve minutos, incluso cuando éste ya no respondía.
El video de Floyd diciendo «No puedo respirar» generó conmoción en Estados Unidos y desató una ola de protestas pacíficas, acompañadas de disturbios nocturnos y saqueos en algunas ciudades que han obligado a varias localidades a imponer el toque de queda.
Derek Chauvin, el policía que inmovilizó al fallecido, fue arrestado el viernes y se le imputaron cargos por homicidio involuntario, según los resultados de la primera autopsia que reveló que Floyd padecía daños en las arterias coronarias.
La familia, en desacuerdo con esta tesis, busca que el agente sea acusado de homicidio en primer grado y que otros tres agentes que también estaban en el lugar sean procesados.