Lleva al frente de la Municipalidad capitalina 4 períodos, pero aspira a un quinto en las próximas elecciones. Su corriente política, ha tenido la administración del municipio desde 1986. La mayoría de partidos políticos no pone énfasis en la lucha por el control de la capital, a pesar de ser el mayor bastión político después del Congreso. La duda es si hay posibilidad de cambio.
Un veneno para Arzú? El alcalde capitalino se resiste a abandonar el cargo y, a 30 días de las elecciones, aparece como el más fuerte contendiente, en una batalla electoral en la que hace poco esfuerzo y deja que los recursos municipales hablen por él, mientras las críticas de expertos desnudan que la obra realizada en sus cuatro períodos es visible, pero no suficiente.
A pesar de ser un evidente bastión político –en él se han mantenido los partidos del arzuismo (PAN y Unionistas) durante todo el período democrático–, los partidos políticos conceden poca importancia electoral, al extremo que de los 14 partidos que postulan candidato presidencial, solamente 9 van por la alcaldía, la mayoría de ellos con candidatos irrelevantes o con nulas posibilidades de enfrentar a quien algunos consideran como virrey del municipio.
Ese desinterés de los partidos por la Municipalidad de la ciudad capital ha posibilitado que el actual jefe edil sume 17 años al frente del Palacio de la Loba -4 períodos, 3 de ellos de manera continua-, sin que haya logrado resolver los grandes problemas que agobian a la ciudad y sin ejercer una gestión transparente, sobre todo en el manejo millonario de los recursos públicos.
En este sentido, el presupuesto municipal del año pasado fue de Q1,536.7 millones y, al 31 de diciembre del 2014, había en la cuenta de fideicomisos una figura legal utilizada para evadir la fiscalización social, con un saldo de Q1,578.7 millones, según un informe de la Contraloría General de Cuentas (CGC), de mayo del 2015.
Novatos, opacos y desconocidos
El alcalde Arzú no participa en ningún debate con sus contrincantes, quienes critican y plantean soluciones a la población citadina, agobiada por la crisis política que afecta al país y la poca credibilidad de la clase política, precisamente de la que es parte el alcalde Arzú.
Entre los aspirantes ha destacado el presentador de televisión Luis Enrique Cruz Asturias –Una Noche con Veneno (Guatevisión)–, quien aspira a que su alto conocimiento pueda llevarle a disputar el cargo al jefe edil, quien puntea en las pocas encuestas que se conocen.
Cruz Asturias representa a quienes desean que termine la clase política que ha sumido al país en la corrupción y el estancamiento socioeconómico. Este novato en política, apoyado por el partido Visión con Valores (Viva), representa tal vez la opción más clara de llevar nuevos aires a la comuna capitalina.
El cuestionado partido Libertad Democrática Renovada (Líder), postula a José Antonio Coro, exalcalde de Santa Catarina Pinula, con experiencia municipal, pero también parte de la misma clase política. Coro ha pasado por varios partidos, y en su campaña intenta, incluso, apartarse de la pobre imagen que el partido de Manuel Baldizón tiene en el área metropolitana, y en vez de utilizar el color rojo en su campaña, recurre al azul, para hacerse diferente. Puede tener el voto de castigo del candidato presidencial.
Anabella de León, del Partido Patriota (PP), llega en uno de sus peores momentos, no solo por los cuestionamientos al partido oficial, sino a ella misma, por su paso en el Registro de la Propiedad, cargo al que ni siquiera llegó a renunciar, pensando que perderá en las elecciones.
Después, hay cuatro candidatos más. El más conocido de ellos es Roberto Pirri Cruz, un empresario y exdirigente deportivo que ha tenido varias incursiones infructuosas en la política. Llega con el partido Frente de Convergencia Nacional (FCN Nacional). Además, hay personas de poco o ningún conocimiento en la sociedad, entre ellos William Noé Rivera, del partido Todos; Saúl Ernesto Rojas, de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG); Juan Francisco Morales, de la Unión del Cambio Nacional (UCN), y Marcial Gil Alva, de Corazón Nueva Nación (CNN).
Razones del desinterés
La falta y ausencia de preparación de cuadros políticos con experiencia en temas municipales, la negativa a participar en las desprestigiadas organizaciones políticas por parte de profesionales capaces, y la decisión de potenciales candidatos a la alcaldía de buscar la Presidencia de la República, son algunas de las razones del por qué Arzú no tiene candidatos que amenacen con romper su hegemonía en la dirección de la comuna capitalina.
Los partidos políticos no tienen candidatos fuertes a la alcaldía; y los que ya se creen pesos completos, prefieren saltar en busca de la Presidencia de la República. No buscan una fase intermedia, explica Luis Linares, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes).
Los casos de Roberto González y Alejandro Sinibaldi, son el mejor ejemplo de ello. Ambos fueron candidatos a alcaldía en las elecciones pasadas. El primero de ellos quedó en segundo lugar, poniendo cuesta arriba la continuidad del actual alcalde; mientras que el segundo quedó en tercer lugar. González, corre ahora por la Presidencia con el partido Compromiso Renovación y Orden (Creo); y Sinibaldi, quien también buscaba la primera magistratura del país, ya no pudo competir por los problemas internos del oficialista PP.
Renzo Rosal, analista político, asegura que los partidos, con su nivel de desgaste y de absoluta falta de credibilidad, no han logrado levantar el perfil de un alcalde capitalino; y la gente que tiene ese perfil, no está en los partidos, pues no quieren participar en ninguna de estas estructuras mafiosas.
Los analistas también señalan que al no tener una figura de peso para enfrentar a Arzú, los partidos se vuelven temerosos y deciden aliarse con él, o postulan candidatos que no ganan. En el mejor de los casos, solo logran meter a algunos concejales o síndicos; es decir, le apuestan solo a tener un espacio en el concejo municipal.
Cristhians Castillo, analista del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Ipnusac), tiene otro punto de vista. Los partidos solo se organizan para ganar las elecciones presidenciales. De allí el fracaso de las candidaturas para la comuna capitalina. En el caso de la ciudad, que es la plataforma para buscar la Presidencia, hasta en el último momento improvisan candidatos, y por ello se les dificulta enfrentar a Arzú, asegura el experto.
Mientras tanto…
La comuna capitalina ha estado en los últimos 29 años en manos de Arzú o de candidatos postulados por los dos partidos políticos que él ha formado y dirigido de manera caudillista.
En esas casi tres décadas se han hecho mejoras superficiales y ornamentales a la ciudad, pero los problemas de fondo, como transporte, basura, drenajes y agua potable, entre otros, no han sido solucionados y, en algunos casos, se ha empeorado. Además, las decisiones y el presupuesto de la Municipalidad han sido manejados de manera oscura y opaca. Eternizarse, anquilosarse en la Municipalidad, me parece, lleva a Arzú al agotamiento de ideas y proyectos innovadores. Es lo que está pasando al darle vueltas a lo mismo, enfatiza Rosal.
Pensar en un relevo generacional en el poder, según analistas, por ahora se ve imposible, debido a que el alcalde ha cerrado la puerta a esa posibilidad, incluso a lo interno de su propio partido.
Él mantiene un proyecto personalista, muy familiar, excesivamente de nepotismo, que no ha permitido que siquiera dentro de sus propias filas surja un relevo generacional o de alternabilidad. No se ha preocupado en formar cuadros para que, a la hora que su naturaleza no le permita continuar al frente de la Municipalidad, puedan darle continuidad a su proyecto, subraya Castillo.
ENTRE PROS Y CONTRAS…
El alcalde Álvaro Arzú cuenta con la ventaja de los recursos oficiales y la proyección de su imagen por la televisión abierta. Pero más importante que eso, es la poca atención que prestan casi todos los partidos políticos a la lucha por la corporación municipal capitalina. Su alianza con el partido CREO disipó cualquier oposición.
A continuación, aspectos que los electores citadinos deben tomar en cuenta a la hora de votar a favor o en contra del actual alcalde:
POR QUÉ SÍ:
- 17 años al frente de la comuna le hacen conocer los problemas municipales.
- Tiene en marcha programas de limpieza y ornato eficientes.
- El paseo de la Sexta Avenida resultó un buen proyecto social-urbanístico.
- Puso en marcha el Transmetro.
- Tiene un equipo muy grande en la Policía Nacional Municipal de Tránsito.
- Su celebración de Navidad con grupos de población desposeídos tienen gran reconocimiento.
- Sus carreras de 20 km se han vuelto muy populares.
- Sale constantemente en los noticieros de los canales de televisión abierta.
POR QUÉ NO:
- En 17 años ha sido incapaz de anticipar y resolver los problemas más graves de la ciudad. Es demasiado tiempo al frente de una institución pública.
- El tránsito en la ciudad es caótico. No hay proyectos de largo plazo para resolverlo.
- El servicio de transporte urbano es inseguro, y la Municipalidad no asume su responsabilidad en ese servicio público.
- El Tansmetro –que es solución parcial– no avanza con la velocidad que la ciudad demanda.
- Arzú se niega a colaborar con las municipalidades vecinas en la búsqueda de soluciones.
- No se escucha el clamor de los vecinos ni se respeta la organización popular.
- El problema del agua estallará muy pronto, y la Municipalidad sigue aceptando que cualquier proyecto tenga sus pozos propios, sin una regulación.
- No hay transparencia en el uso de recursos oficiales. Los fideicomisos siguen entorpeciendo la fiscalización.
- Los funcionarios de la Municipalidad ganan salarios muy elevados. Hay amiguismo y nepotismo en las contrataciones.