El arzobispo metropolitano, Gonzalo de Villa y Vásquez, anunció este martes que al no haberse aprobado el estado de Calamidad Pública por Covid-19, las iglesias podrán volver a abrir sus puertas.
Contrario a pedir que las personas se queden en casa, de Villa explicó que será inaceptable que los fieles ingresen a la iglesia sin mascarilla.
“Anoche el Congreso ímprobó el Estado de Calamidad, por ello, en lo que más inmediatamente nos afecta como Iglesia, regresamos a la situación anterior en que estas pueden permanecer abiertas, se pueden celebrar sacramentos pero manteniendo el aforo de acuerdo a semáforos epidemiológicos”, aseguró el prelado.
Por aparte, el Arzobispado de Los Altos, donde se urgió a las personas a mantenerse en casa y evitar salir de no ser necesario, pese a que con la improbación del Estado de Calamidad, se puede regresar a las iglesias.
“Los sacerdotes debemos persuadir a nuestros fieles para que desistan de organizar actividades religiosas con asistencia masiva de personas e impedir la realización de celebraciones litúrgicas y religiosas dentro o fuera de las iglesias que regentamos”, afirmó el Arzobispo de los Altos, Mario Alberto Molina.
Vacunación
En el tema de la vacunación, ambos Arzobispados sí coinciden en persuadir a los fieles para que se vacunen, ya que es la única solución para reducir la curva de muertes por contagios.
“Como Iglesia es nuestro deber animar a las personas indecisas o aquellas opuestas a la vacunación por motivos no racionales para que superen sus miedos y se vacunen como una obra que busca el bien común”, afirmó De Villa y Vásquez.
En ese sentido, el arzobispo de Los Altos, aseguró que la pandemia exige una conducta que reduzca el contagio.
“Por lo tanto, es necesario que el mayor número de personas libremente se vacune. Exhorto a los fieles católicos a que se pongan la vacuna”, expresó Molina.