Un grupo de argentinos, entre ellos personas sordas, víctimas cuando eran niños de abusos sexuales perpetrados por sacerdotes, viajaron el viernes a la sede suiza de la ONU para elevar sus denuncias ante la organización, y seguirán camino a Roma para pedir a la Iglesia católica que se disculpe.
«Si puedo ver al Papa (Francisco), no es una situación que me guste, pero voy a escuchar qué tiene para decir. Ahora estamos de pie, fuertes, podemos contar lo que pasó», dijo en rueda de prensa una de las abusadas, Claudia Leberguerie, en el aeropuerto internacional de Ezeiza.
La delegación incluye abogados que presentarán en Ginebra un informe ante el Comité Contra la Tortura y otro en el Comité de los Derechos del Niño, informaron.
Según se informó, el grupo pidió una audiencia con el papa Francisco, pero aún no ha obtenido respuesta.
Uno de los letrados, Daniel Esgardeli, detalló que se buscará «un pedido de disculpa internacional y acciones concretas frente a estos casos».
En el documento, los denunciantes aseguran que las autoridades del Vaticano «nada hicieron para evitar los abusos y no colaboraron amparándose en el secreto pontificio».
Los casos argentinos aludidos se concentran en dos sedes del Instituto Antonio Próvolo, una institución educativa y religiosa para sordos.
En noviembre, la justicia condenó al sacerdote argentino Horacio Corbacho (59) a 45 años de cárcel, y al italiano Nicola Corradi (83) a 42 años, por abuso sexual y violación de niños en el instituto Próvolo de Mendoza (oeste del país).
En los dos casos, se consideró como agravante que eran responsables de la guarda de los niños y ministros de culto, así como el hecho de que las víctimas eran menores de edad y que convivían con sus abusadores en el internado.
La justicia consideró 25 casos de abusos, registrados entre 2004 y 2016. Se evaluaron los testimonios de 13 víctimas tomados en cámara Gesell, en la que los menores de edad declaran ante psicólogos sin saber que eran escuchados por un juez.
La Iglesia católica se ha visto sacudida en los últimos años con cientos de escándalos de abusos sexuales en América y otros continentes.