Argelia conquistó la segunda Copa de África de Naciones (CAN) de su historia, 29 años después de la primera, tras imponerse por 1-0 a Senegal, este viernes en El Cairo, en la final de la edición que se ha disputado en el último mes en Egipto.
Baghdad Bounedjah (minuto 2) marcó para los argelinos en el inicio del choque, con un tiro que rebotó en un defensa y terminó haciendo un globo que sorprendió al arquero rival, y esa ventaja se mantuvo ya hasta el final del encuentro.
Hasta ahora, el único título de campeón de África de Argelia era el conseguido como anfitrión en 1990.
Desde entonces, los ‘Zorros del Desierto’, que en la otra final de la CAN que disputaron cayeron en 1980 contra Nigeria, no habían conseguido volver a una final continental.
En los últimos años, Argelia había acumulado decepciones, principalmente su eliminación en la fase de grupos en la anterior CAN, hace dos años en Gabón, y el fracaso en el intento de clasificarse al Mundial de Rusia-2018.
Su torneo en Egipto ha sido impecable, con los cuartos de final contra Costa de Marfil como momento más crítico, ya que necesitó la tanda de penales para clasificarse.
No era la primera vez que se medía a Senegal en esta CAN. Ambos se midieron en la fase de grupos, también con victoria argelina por 1 a 0, el mismo resultado de la final.
En el palmarés del torneo sucede a Camerún, que había quedado eliminado esta vez en los octavos de final por Nigeria.
El seleccionador argelino, Djamel Belmadi, rindió homenaje tras el partido a la generación que dirige.
«Yo, sin los jugadores, no soy nada. Ellos son los actores principales. Imagino que el cuerpo técnico ha puesto una piedra en el edificio, para guiar a los jugadores. Pero son ellos los han aplicado las consignas maravillosamente bien», celebró el entrenador.
Senegal, por su parte, aspiraba a su primer título en la CAN, pero tendrá que seguir esperando.
La de este viernes fue la segunda final del torneo continental que disputaban. La primera fue en 2002, con derrota en la tanda de penales ante Camerún.
Se da la circunstancia de que Aliou Cissé ha estado presente en ambas finales. Hace 17 años era el capitán del equipo de su país y actualmente es el seleccionador.
«Nos hicieron el gol muy pronto y creo que globalmente merecimos empatar, pero no lo conseguimos», se resignó Cissé tras la final.
Resistencia férrea
Casi sin tiempo para que los dos equipos se asentaran en el terreno de juego había llegado el primer gol del partido.
Ismaël Bennacer pasó a Bounedjah, que condujo el balón hasta la frontal del área, donde envió un disparo que pegó en el defensa Salif Sané y terminó convirtiéndose en un globo que sorprendió por completo al arquero senegalés, que se quedó plantado sin moverse y siguiendo atónito con la mirada cómo la pelota terminaba alojada en sus redes, apenas en el minuto 2 de partido.
Senegal estuvo cerca de empatar en el 37, con un golpeo con la zurda de M’Baye Niang que se fue fuera, cerca de la escuadra.
El partido se fue al descanso tras una primera mitad sin gran ritmo de juego y con constantes interrupciones. En la segunda mitad, Senegal salió más motivado en busca del empate.
Estuvo cerca de conseguirlo en el 62, cuando el árbitro decretó penal por una mano en el área de Adlène Guedioura, pero en la revisión mediante el VAR dio marcha atrás en su decisión.
Senegal siguió intentándolo. Niang (66) envió otro disparo fuera y en el 83 Sarr tuvo otra gran ocasión, con un tiro que envió demasiado alto.
También se fue arriba un lanzamiento de falta de Krepin Diatta en la recta final, enviando fuera las esperanzas de los senegaleses de forzar la prórroga.