Arabia Saudita, primer exportador mundial de crudo, debería según los expertos restablecer este lunes al menos un tercio de la producción perdida a raíz de los ataques del sábado contra instalaciones petroleras, un desafío para el reino para tranquilizar a los inversores.
Riad está desde 2015 al frente de una coalición armada que interviene en Yemen contra los rebeldes hutíes. La infraestructura energética del reino ya fue blanco en un pasado reciente, por ejemplo en mayo y agosto.
Pero los ataques del sábado contra la planta de Abqaiq y el yacimiento de Jurais, en el este, son de otra envergadura: provocaron una caída de la mitad de la producción saudita, en unos 5.7 millones de barriles diarios, es decir el 6% del abastecimiento mundial.
El ministro saudita de Energía, el príncipe Abdelaziz bin Salmán, inspeccionó el domingo los daños y declaró que el país utilizaría sus vastas reservas para compensar en parte la perdida de producción. Estados Unidos también autorizó el recurso a sus reservas.
Sin embargo, los precios del petróleo subieron este lunes, ya que las acusaciones contra Irán por la responsabilidad de los ataques alimentaron nuevos temores geopolíticos.
En ese contexto, tanto Rusia, como la Unión Europea y China exhortaron a Irán y Estados Unidos a la «moderación».
El medio especializado Energy Intelligence afirmó por su parte, citando fuentes industriales, que el gigante saudita Aramco estaba «a punto de restablecer hasta el 40%» de la producción perdida, es decir unos 2.3 millones de barriles diarios.
Millones de barriles
Citando fuentes cercanas al caso, el Wall Street Journal indicó a su vez que se necesitarían semanas para restablecer la plena capacidad de producción.
Sin embargo, una de las fuentes precisó: «Deberíamos poder volver a colocar [en el mercado] dos millones de barriles diarios» el lunes.
La consultora Energy Aspects también estimó que el país estaría en condiciones de restaurar desde este lunes cerca de la mitad de la producción perdida.
Arabia Saudita declaró el sábado que brindaría información en las 48 horas tras los ataques, y las miradas siguen puestas en una comunicación oficial que podría tranquilizar a los mercados.
Este lunes, la televisión saudita Al Arabiya indicó que Aramco estaba lista para reanudar las operaciones en Jurais, que procesa 1.5 millones de barriles diarios.
Peso pesado de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Arabia Saudita bombea 9.9 millones de barriles diarios (mbd), es decir cerca del 10% de la demanda mundial, de los cuales 7 mbd están destinados a la exportación.
El reino dispone también de una capacidad sin utilizar de unos 2 mbd a los que puede recurrir en momentos de crisis.
Si los rebeldes yemenitas hutíes apoyados por Irán reivindicaron estos ataques destructivos, Riad aún no acusó a nadie.
En cambio, el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo apuntó directamente contra Irán, que rechazó de manera categórica cualquier responsabilidad.
Las autoridades sauditas tienen aún más interés en relanzar cuanto antes su producción ya que estos ataques podrían afectar la confianza de los inversores en Aramco, gigante que prepara su entrada en bolsa.
Esta operación fue postergada varias veces, especialmente a raíz de condiciones desfavorables del mercado.
Riad esperar obtener 100 mil millones de dólares vendiendo 5% de su capital, teniendo en cuenta una valoración del conjunto de empresa de dos billones de dólares.
Esta entrada en bolsa constituye la piedra angular de un plan de reformas titulado «Visión 2030», lanzado por el poderoso príncipe heredero Mohammed bin Salmán para diversificar la economía del reino.