El Parlamento venezolano, de mayoría opositora, aprobó una ley de amnistía para presos por motivos políticos, que el presidente Nicolás Maduro prometió bloquear para evitar su aplicación, en un nuevo capítulo de la lucha de poderes que sacude al país.
Según Delsa Solórzano, promotora de la iniciativa, esta ley pretende sentar las bases para la reconciliación nacional,, ya que pretende sacar de la cárcel a unos 76 presos y a centenares de «perseguidos y exiliados» por su oposición al chavismo, que gobierna Venezuela desde hace 17 años, dijo Solórzano.
Entre los considerados presos políticos figura Leopoldo López, condenado en septiembre pasado a casi 14 años de prisión, acusado de llamar a la violencia en las protestas de 2014 que exigían la salida del poder de Maduro, y que dejaron 43 muertos.
Sin embargo, el Nicolás Maduro anticipó que vetará la ley, aduciendo que se trata de un «autoperdón de asesinos» que intentaron poner fin al gobierno de su antecesor, Hugo Chávez, y al suyo mediante acciones violentas que derivaron en violaciones de derechos humanos.
Tenga la seguridad que esa ley por aquí no pasa, caballero. Leyes para amparar terroristas y criminales, no pasarán. Hagan lo que hagan, alertó Maduro ayer en cadena nacional de radio y televisión.