El policía de Atlanta que causó la muerte de Rayshard Brooks, el afroestadounidense abatido en el estacionamiento de un local de comida rápida, enfrentará cargos de asesinato, anunció este miércoles el fiscal de distrito Paul Howard.
Howard dijo que Garrett Rolfe no tenía justificación para disparar porque, «en el momento en que Brooks fue abatido, no representaba una amenaza inmediata de muerte o heridas físicas graves para los oficiales».
El fiscal agregó que constituye un agravante que, tras abrir fuego, Rolfe haya pateado el cuerpo de Brooks cuando estaba en el piso y sangrando.
Según el fiscal, Rolfe y su compañero Devin Brosnan violaron múltiples normas del departamento de policía después de detener al hombre, a quien encontraron durmiendo en su auto bloqueando el acceso de vehículos a un local de la cadena de comida rápida Wendy’s, el 12 de junio.
La muerte de Brooks ocurrió en medio de una conmoción social a lo largo y ancho de Estados Unidos por la muerte de George Floyd, un afroestadounidense que murió asfixiado por un policía blanco cuando estaba esposado e inmovilizado en el piso, el 25 de mayo en Minneapolis.
La muerte de Floyd encendió protestas, que en algunos casos derivaron en disturbios y saqueos, en reclamo del fin de la brutalidad policial y el racismo.
Tras conocerse la noticia de la muerte de Brooks, se registraron nuevas protestas y marchas antirracistas.
Los cargos que enfrentará Rolfe, quien fue despedido de la fuerza policial al día siguiente de los hechos ocurridos en el estacionamiento, podrían significarle una condena a muerte o de cadena perpetua.
Brosnan, quien acordó cooperar como testigo para el estado en la investigación del caso, enfrentará por su parte tres acusaciones, incluido uno por agresión agravada.