Tras participar por primera vez en una Eurocopa, Islandia se ha hecho notar en el panorama internacional, no únicamente por su buen futbol, sino también por sus peculiaridades como nación y el desarrollo que alcanza con menos de medio millón de habitantes.
Fernando Villalobos / fvillalobos@cronica.com.gt
Islandia es una fría isla en el Océano Atlántico, más cerca de Groenlandia que de Europa, de la que poco se habla y conoce. Sin embargo, esto cambió con la participación de su selección nacional de fútbol en la Eurocopa Francia 16, que recién terminó. Hoy se habla mucho de ella.
Esta isla de 103 mil km2 —parecida a la extensión territorial de Guatemala (108 mil km2) — tiene apenas 332 mil habitantes, pero con condiciones sociales desarrolladas al mejor nivel del llamado primer mundo.
Esta pequeña nación alcanzó su independencia apenas en 1944 —123 años después de Guatemala— y desde entonces no ha dejado de crecer. Tras la crisis financiera sufrida en los años 2008 y 2009, Islandia salió incluso fortalecida y continúa mejorando sus índices económicos y sociales, muy encima de muchos países europeos.
Jugó la Eurocopa, pero no pertenece a la llamada Eurozona, y tiene su propia moneda, la corona islandesa. Sin embargo, lo más destacable no es eso, sino que ha desarrollado un sistema con bajas tasas impositivas, asistencia sanitaria (salud) universal gratuita, lo mismo que la educación superior, que es de gran calidad. En varios países latinoamericanos, particularmente Guatemala, no sueñan siquiera con alcanzar esos índices sociales.
La calidad de vida de los islandeses es muy alta. El ingreso per cápita anual es de Q382 mil 673, lo que equivale a Q31 mil 889 mensuales. En comparación con Guatemala, en donde nuestro ingreso per cápita anual apenas llega a Q30 mil 067, lo que equivale a Q.2 mil 505 mensuales; es decir, un ingreso menor al salario mínimo en promedio nacional.
Las condiciones económicas y las facilidades que el gobierno provee a sus habitantes, permite tener una esperanza de vida de casi 83 años de edad, casi 20 más que los 66 años de la población guatemalteca.
Históricamente, la principal fuente de ingreso en Islandia ha sido la pesca, aunque últimamente el desarrollo ha inclinado los ingresos principales del país hacia el área tecnológica. En términos de energía, el 80 % de la energía que consumen en la isla nórdica es renovable, principalmente energía geotérmica e hidráulica, las cuales proporcionan suficiente electricidad para todo el país. El otro 20 % de energía es producida por combustibles importados.
¿Sabías que…?
Durante la Eurocopa más de 26 mil islandeses visitaron Francia para apoyar a su selección, que por cierto está dirigida por un dentista. Es decir que alrededor del 8 % de la población siguió al equipo nacional.
Además, el duelo de octavos de final frente a Inglaterra alcanzó una audiencia televisiva del 99.8 % de los islandeses, dicho de otra manera, en todo el país solo se perdieron el encuentro 664 personas.
Esta isla, que muestra permanente actividad volcánica, cuenta sorprendentemente con más volcanes que con jugadores de fútbol profesionales. Islandia tiene solamente 120 jugadores profesionales; ninguno de los 23 seleccionados juega en la liga islandesa, mientras que cuentan con 126 picos volcánicos. Con una diferencia un poco mayor, en Islandia también hay más ovejas que personas. Alrededor de 600 mil ovejas habitan la isla nórdica, casi el doble de las personas.
Increíblemente, en esta peculiar isla no existen las hormigas. Aunque no se conoce la razón, está es probablemente una de las curiosidades naturales más llamativas del país.
Por último, en Islandia no existe un sistema de apellidos como en la mayoría de países. El apellido de cada persona viene del primer nombre del padre, al que se le agrega la palabra sson si es varón o dottir si es mujer. Por lo que si Juan tiene un hijo al que llama José, el nombre del hijo será José Juansson. Mientras que si llama a su hija María, su nombre completo sería María Juandottir.