Por: Enma Reyes
Ayer se dio a conocer que el Gobierno de Guatemala analiza decretar Estado de Sitio en los municipios de Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán, luego de un enfrentamiento armado ocurrido el pasado martes entre ambas poblaciones por disputas de límites territoriales, lo cual dejó como resultado 10 víctimas mortales y varios heridos, según informaron medios locales.
Actualmente, 22 municipios están bajo esa medida de excepción decretada por el presidente Jimmy Morales el 4 de septiembre, tras la ejecución de tres soldados por supuestos narcotraficantes en El Estor, Izabal.
Para Juan Carlos Sanabria, analista de la Asociación de Investigación Estudios Sociales (Asies), no existen los elementos que justifiquen un Estado de Sitio en las dos poblaciones de Sololá, “El Estado debe buscar mecanismos y espacios para resolver el problema que se está viviendo en el área”, indicó.
Según Sanabria, las muertes son lamentables pero estos inconvenientes se deben atender a través de otras medida como mesas de trabajo y resolución de conflictos, aumentar la presencia de las fuerzas de seguridad y coordinar acciones con instituciones como el Ministerio Público.
“La naturaleza del Estado de Sitio es para atender otro tipo de problemas como el de seguridad nacional, que es una medida que está antes del Estado de Guerra”, aseguró el analista de Asies.
Incapacidad del Gobierno
Para Edgar Celada, del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (IPNUSAC), si el criterio para establecer Estado de Sitio fura por número de habitantes, todo el tiempo estaríamos bajo esa medida de excepción, “En el país ocurren de 10 a 11 asesinatos diarios. Lo que está pasando es que el Gobierno, con estas acciones, reconoce su incapacidad de encontrar vías para resolver las problemáticas del país que no sean las represivas”, afirmó Celada.
Sobre qué medidas tomar en el conflicto suscitado entre los pobladores de Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán, el analista de IPNUSAC afirmó que se deben buscar mecanismos de diálogo que no apaguen el problema momentáneamente, sino encontrar soluciones satisfactorias para ambos municipios.