México, México
El presidente izquierdista de México, Andrés Manuel López Obrador, celebrará este lunes el primer aniversario de su triunfo electoral con un informe económico que asegura que será muy positivo pese a indicadores decepcionantes.
López Obrador, quien asumió el poder en diciembre pasado, prometió revelar cifras que indican que «está muy bien la economía».
«Lo voy a probar con datos (…) de fuentes que tienen credibilidad», agregó sin especificar qué tipo de información dará a conocer.
La economía mexicana, la segunda más grande de América Latina, se contrajo 0,2% en el primer trimestre, poniendo en duda la meta del gobierno de crecer 2% en 2019.
Cuestionado sobre la contracción, el mandatario dijo que todavía «hay tiempo» para alcanzar el 2%.
En paralelo, los analistas han ido recortando sus pronósticos de crecimiento para el primer año completo de gobierno de López Obrador, quien ha prometido que en su periodo la actividad económica crecerá hasta 4%.
Y las disminuciones en las expectativas han venido en cascada.
Los especialistas de la banca privada que consulta mensualmente el Banco de México (central) estimaron en junio que la economía mexicana crecerá 1,1% en este año, una disminución frente al 1,35% que habían pronosticado en mayo, según cifras divulgadas este lunes.
Incluso el propio Banco de México redujo su expectativa de crecimiento para 2019 a un rango de entre 0,8% y 1,8% desde un intervalo previo entre 1,1% y 2,1%.
Aunque la institución monetaria anticipó que en los siguientes trimestres la economía retomará una senda de crecimiento, advirtió del riesgo de una moderación del crecimiento en la economía global y de la producción industrial de Estados Unidos, el mayor socio comercial de México.
Foco en la inversión
López Obrador ha dicho que para alcanzar las metas de crecimiento económico es importante la participación privada, por lo que firmó un acuerdo de inversión con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), un influyente grupo de la iniciativa privada mexicana.
Sin embargo, tras la firma del acuerdo a mediados de junio, el gobierno canceló las licitaciones con las que se buscarían socios privados para la estatal Petróleos Mexicanos.
Para algunos grupos empresariales, esas decisiones divergentes frenan la inversión.
«Son elementos que afectan y minan la confianza, y por eso la inversión se ha retrasado y disminuido», dice a la AFP José Medina Mora, vicepresidente de fortalecimiento de estructura de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), otro influyente grupo de empresarios.
«Esto se refleja en una baja generación de empleo y la expectativa de un menor crecimiento», agregó.
Carlos Serrano, economista en jefe para México de BBVA, dijo que usualmente hay incertidumbre cuando cambia la administración de un país, pero que en el caso de López Obrador esta ha sido más marcada porque declara que se va a buscar «una transformación más radical del país», explicó.
Popularidad a la baja
Parte de esa marcada incertidumbre comenzó el año pasado, cuando el gobierno de López Obrador decidió cancelar la construcción del nuevo aeropuerto de Ciudad de México, una obra de unos 13.000 millones de dólares que llevaba el 30% de avance y el mandatario dijo está plagada de corrupción.
En su lugar, anunció la construcción de una polémica terminal aérea en la base militar de Santa Lucía, con la promesa de que será menos costosa. Sin embargo, un juez suspendió «de manera definitiva» esta construcción.
Poco más de seis meses después de asumir como el primer presidente izquierdista de la historia reciente de México, López Obrador -que prometió acabar con la corrupción y la violencia del crimen organizado- ve palidecer la popularidad del 78% que tenía al cumplir 100 días en el poder.
En la segunda semana de abril, la popularidad del mandatario había caído al 61%, según la consultora Mitofsky.
El domingo, miles de personas protestaron en Ciudad de México contra López Obrador con pancartas que decían «mentiroso, corrupto».
En el primer trimestre del año, la violencia alcanzó un nuevo récord de 8.943 asesinatos, mientras muchos critican la creación de una Guardia Nacional con mando militar para vigilar las calles, y la reciente utilización de estas tropas -por presión de Washington- para frenar migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.