El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio el banderazo por segunda ocasión para la construcción de un polémico nuevo aeropuerto para la capital del país, una obra que ha sido criticada por organizaciones civiles.
El mandatario izquierdista había impulsado la construcción de una nueva terminal aérea que se levantará en la base militar de Santa Lucía, tras cancelar la construcción en progreso de otro aeropuerto, una obra insignia del gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), en la cercana localidad de Texcoco.
«Se está poniendo en práctica otro proyecto distinto al que se había iniciado para solucionar el problema de la saturación del actual aeropuerto de la Ciudad de México», dijo López Obrador durante una ceremonia para iniciar las obras de la terminal aérea.
El mandatario defendió la construcción de la terminal en Santa Lucía al señalar que se realizaba sobre suelo firme, a diferencia del que se construía en lo que fue el lago de Texcoco.
«Fue mejor el optar por Santa Lucía, por este suelo firme. También se decidió hacer aquí el aeropuerto porque va a costar menos», dijo.
En abril, López Obrador había ya dado un primer banderazo a la construcción del nuevo aeropuerto, aunque las obras no podían iniciar por los amparos que obtuvo el colectivo de organizaciones civiles #NoMásDerroches.
En los últimos días, los tribunales desecharon cada una de las suspensiones, por lo que legalmente las obras pueden comenzar.
Sin embargo, Gerardo Carrasco, representante del colectivo, dijo a la AFP el miércoles que todavía no se resuelve el asunto de fondo pues no hay un proyecto ejecutivo, plan maestro o estudios de aeronáutica de la obra en Santa Lucía.
El colectivo argumentó en un comunicado que la obra además de implicar un derroche de recursos públicos pone en riesgo «la vida e integridad de quienes eventualmente transiten por dicho aeropuerto como de las comunidades que viven en las zonas aledañas».
La comunidad empresarial ha criticado fuertemente la cancelación del aeropuerto de Texcoco. Las voces críticas incluyen al hombre más rico de México, el magnate Carlos Slim, cuyas empresas estaban detrás del proyecto.
Slim advirtió el año pasado que «suspender el proyecto (de Texcoco) es suspender el crecimiento del país».
¿2021?
Más temprano, durante su conferencia matutina, López Obrador dijo que su gobierno confiaba en terminar la construcción de la terminal aérea en 2021, aunque durante la ceremonia de inicio de las obras dijo que esperaba inaugurarlo en marzo de 2022.
La presidencia no respondió de inmediato a una solicitud de AFP para explicar la discrepancia entre las fechas.
«Vamos a contar para el 21 de marzo del 22 con un sistema aeroportuario metropolitano», dijo López Obrador, al recordar que la obra se complementará con las operaciones del actual aeropuerto de la capital y la terminal aérea de la vecina ciudad de Toluca.
Las obras del nuevo aeropuerto en Santa Lucía estuvieron envueltas en la polémica desde el inicio ya que aún siendo presidente electo, López Obrador organizó una consulta ciudadana para que las personas decidieran por su propuesta o por continuar con las obras en Texcoco, que llevaban 30% de avance.
La consulta fue criticada por su baja participación, falta de reconocimiento oficial y porque algunas personas habían logrado votar varias veces.
Sin embargo, tras la consulta, el mandatario anunció la cancelación de Texcoco, una decisión que fue duramente criticada por inversionistas y los mercados internacionales.
El actual aeropuerto de Ciudad de México, el más concurrido de América Latina, está altamente saturado. Recibió a 48 millones de pasajeros el año pasado, a pesar de que su capacidad oficial es de 32 millones por año.