Los clubes de fútbol surcoreenos pueden a partir del martes jugar partidos amistosos a puerta cerrada, anunció la federación surcoreana, cuando ninguna fecha ha sido fijada por ahora para el inicio de la temporada, ya aplazada dos meses debido a la epidemia del COVID-19.
Corea del Sur fue tras China el segundo país más afectado por el nuevo coronavirus. Pero Seúl llegó a cambiar la tendencia, gracias, sobre todo, a una estrategia de controles masivos a la población.
La epidemia alteró como en todo el mundo el calendario deportivo local, y muchas federaciones suspendieron o atrasaron las temporadas.
Fortalecido por el éxito registrado en la lucha contra la enfermedad, el gobierno surcoreano anunció este fin de semana que autorizaría una reanudación de los partidos al aire libre, a puerta cerrada.
El lunes, la federación profesional de fútbol de Corea del Sur anunció que a partir del martes, sus clubes serían autorizados a organizar partidos de preparación.
Ningún partido ha sido confirmado por ahora. Y un portavoz de la K-league precisó a la AFP que el calendario exacto era objeto de conversaciones entre clubes.
Ningún aficionado será admitido en los estadios, y la presencia de periodistas será también limitada, precisó la federación en un comunicado.
Como medida de precaución, los jugadores no tendrán el derecho de hablar entre ellos durante los partidos. Y no podrán tampoco dar la mano a los árbitros.
Ninguna fecha ha sido dada por ahora para el inicio de la temporada, que estaba inicialmente programada en febrero.
Pero la agencia surcoreana Yonhap informa que un consenso parece dibujarse para un inicio a mediados de mayo.
Corea del Sur registró nueve nuevos casos el lunes, su cuarto día consecutivo bajo la barrera de diez. En total, 10,683 personas resultaron infectadas en Corea del Sur, de las que 237 han desaparecido.
Los primeros partidos de la pretemporada de béisbol, uno de los deportes más populares en Corea del Sur, tenían lugar este martes a puerta cerrada.