Bogotá, Colombia |
por Lissy DE ABREU
El pequeño pueblo colombiano de Cajamarca, votó contra la explotación minera en su territorio, pero los alcances de su decisión aún no están claros, especialmente para la multinacional AngloGold Ashanti que desarrolla exploraciones en la zona.
Luego de que el domingo la mayoría de la población de Cajamarca, en el centro de Colombia, dijera «No» en una consulta popular al desarrollo minero en sus tierras, el debate quedó servido y este lunes la discusión se centraba entre quienes dicen que la decisión es vinculante y frenará cualquier proyecto en la zona, y quienes aseguran que la empresa podrá avanzar en su proyecto porque ya cuenta con algunas licencias.
El resultado de las urnas fue claro: el «No» a la minería obtuvo 6.165 votos (97,92%) y el «Sí» cosechó solo 76 sufragios (1,21%), en esta región primordialmente dedicada a la agricultura y donde se encuentra el yacimiento de oro La Colosa, en el que AngloGold realiza exploraciones.
«Respetamos la decisión de la ciudadanía, pero esto tiene un trámite legal que deberá seguir su curso», dijo al respecto el ministro de Minas, Germán Arce, al explicar que en la zona fueron otorgados 19 títulos de exploración entre 2006 y 2009 que permiten a las compañías buscar recursos mineros y solicitar seguidamente una licencia ambiental si encuentran viabilidad.
«El Consejo de Estado (tribunal de lo contencioso-administrativo) ha sido muy preciso en que no hay aplicación retroactiva de estas decisiones», enfatizó Arce, quien aseguró que los «títulos mantienen su expectativa de que puedan ser desarrollados».
AngloGold Ashanti es una de las compañías que posee permisos en la zona, donde desarrolla estudios sobre la existencia de recursos explotables y tiene «unas expectativas legítimas de poder acceder a una licencia ambiental», aunque aún no la haya solicitado.
Los responsables de la empresa, con sede central en Sudáfrica, se declararon en un comunicado «respetuosos» de la decisión ciudadana y dijeron que la evaluarán.
Simultáneamente «continuaremos con el riguroso trabajo requerido para construir un consenso en torno a la creación de una industria minera moderna y ambientalmente responsable en Colombia», señaló la multinacional.
– ¿Es vinculante? –
Según el ministro Arce, la votación de Cajamarca es una «orden política» a las autoridades locales, pero no permite alterar las normas vigentes para el otorgamiento de licencias de exploración y explotación.
«La nación es responsable del manejo del subsuelo, los municipios son los encargados del ordenamiento del suelo» y esta consulta «no tiene capacidad de cambiar la ley», explicó.
Sin embargo, el experto en derecho minero-energético Luis Álvaro Pardo dijo a la AFP que «de acuerdo a la Constitución y a las leyes colombianas, las decisiones que tomen los pueblos, a partir de las audiencias públicas como la de ayer (domingo) en Cajamarca, son de obligatorio cumplimiento para las autoridades».
Sobre la posibilidad de que AngloGold acuda a tribunales internacionales si se llegara a adoptar la decisión ciudadana, Pardo dijo que no debería proceder porque el título que actualmente tiene esa compañía en la zona es de exploración y no de explotación, por lo que no se le estaría negando ningún derecho.
«Sin la licencia ambiental no pueden explotar y el derecho comienza a existir cuando se obtiene la licencia ambiental», detalló.
En 2010 entró en vigencia una ley en Colombia que prohíbe la explotación minera en páramos, humedales o parques naturales, a efectos de preservarlos.
En 2011, la compañía canadiense Greystar desistió de su proyecto para explotar la rica mina de oro de Santurbán, a 3.600 metros de altura en el este del país, tras las objeciones ambientales recibidas por sus intenciones de explotar a cielo abierto en un páramo donde nacen corrientes de agua.
El páramo de Santurbán fue declarado reserva natural en 2013, impidiéndose así la exploración y explotación minera en ese territorio.