Alemania se prepara para levantar progresivamente las restricciones por la pandemia de coronavirus, aprovechando una mortalidad inferior a la de otros países europeos.
En sus recomendaciones publicadas el lunes, la Academia Nacional de Ciencias Leopoldina pide un retorno a la normalidad «por etapas» si se confirma que las cifras de contaminación «se estabilizan a un nivel bajo» y si «se mantienen las medidas de higiene».
Basándose en estas recomendaciones, la canciller Angela Merkel decidirá el miércoles junto a los jefes de los 16 estados regionales si se mantienen las medidas de confinamiento aprobadas a mediados de marzo y vigentes hasta el 19 de abril.
El domingo, el ministro de Sanidad, Jens Spahn, ya dio a entender que se levantarían algunas medidas que afectan a los 80 millones de alemanes y a su economía, la primera de Europa.
Después de Pascua, «habrá que ver como volvemos por etapas» a una vida más normal, afirmó el ministro, sin dar detalles de cuales serán los sectores privilegiados en un primer momento.
Por su parte la Academia Leopoldina, que se basa en recomendaciones de expertos en ciencias «duras» pero también ciencias sociales, recomiendo la reapertura «lo antes posible» de los establecimientos escolares, cerrados en su mayoría desde el 16 de marzo, empezando por las escuelas de primaria y secundaria.
Los exámenes también deberían celebrarse en la medida de lo posible aunque las guarderías seguirán cerradas.
Las tiendas y restaurantes así como las administraciones podrían también volver a abrir a condición de que se respeten las consignas sanitarias, como lavarse las manos y mantener la distancia entre personas.
El presidente de la Academia Leopoldina, Gerald Haug, advirtió sin embargo que el levantamiento parcial tendrá que ir acompañado del porte obligatorio de mascarilla en los transportes.
«Cada ciudadano tendrá en el futuro que llevar con él una protección de la boca y de la nariz y llevarla cada vez que las reglas de distanciamiento social no se puedan respetar», dijo al semanario Der Spiegel.
«Tenemos que evitar a cualquier precio una segunda ola de infecciones» advirtió.
Freno del número de casos diarios
Alemania tenía el lunes 123,016 casos confirmados de COVID-19 pero registró una caída importante del número de nuevos diarios.
El informe recomienda también la reanudación «poco a poco» de las actividades culturales y deportivas, en medio de presiones al gobierno para poner fin al bloqueo.
El influyente dirigente de la región de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, pidió a Merkel que dé una «perspectiva de normalización» para salir de las restricciones drásticas.
Su estado regional de 18 millones de habitantes, el más poblado de Alemania, es también uno de los más afectados por la pandemia.
«Necesitamos una hoja de ruta que nos muestre el camino hacia un retorno a la normalidad con total responsabilidad», dijo este fiel aliado de Merkel y candidato a la presidencia de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) en una entrevista en televisión.
La presidente saliente de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, también habló de dar «primeros pasos» hacia la salida del confinamiento, más o menos estricto según las regiones.
Las últimas cifras publicadas por el instituto de vigilancia sanitaria Robert-Koch parecen confirmar una ligera mejora de la situación.
El COVID-19 dejó 2,799 muertos en el país, un nivel inferior a países europeos como Francia e Italia, y el ritmo de aumento diario del número de casos se frenó y el lunes fue de 2,537.
Otro elemento positivo es que el número de personas curadas ya es superior al número de enfermos.
Sin embargo el ministro de Sanidad advirtió que, al igual que en el resto del mundo, el nuevo coronavirus todavía tendrá muchas repercusiones.
«El virus continuará, tendremos que vivir con él», dijo Jens Spahn.