Una hora después de la medianoche, comienza la «Operación Rosa», planeada en secreto. En Berlín Oriental se cortan las conexiones ferroviarias a la parte occidental, se introducen durmientes de hormigón, ladrillos y se despliegan toneladas de alambre de espino.
El calendario marca el 13 de agosto de 1961. Se inicia la construcción del Muro de Berlín. Sesenta años más tarde, la Alemania unificada evoca esa jornada que selló la división durante más de 28 años. Porque ambas Alemanias volvieron a unirse recién tras la caída del Muro, el 9 de noviembre de 1989.
El Muro llegó a extenderse por 155 kilómetros, de los cuales 45 partían en dos la ciudad. Para varias personas que vivieron este momento histórico, el recuerdo perdura hasta hoy.
Marcando vidas
Una de ellas, Rainer Eppelmann, defensor de derechos humanos de la extinta República Democrática Alemana (RDA), dice que las consecuencias marcaron su vida entera.
«Mi padre permaneció en Berlín Occidental, mi familia fue dividida», apunta el presidente de la junta directiva de la Fundación para la Investigación de la Dictadura del SED (Partido Socialista Unificado de Alemania). Al igual que le sucedió a él, fueron muchos los que ya no podían ir a su trabajo o a la escuela en otra parte de la ciudad.
La directora de la Fundación, Anna Kaminsky, subraya que cuanto más atrás va quedando el Muro de Berlín como símbolo de la dictadura comunista, más difícil es imaginar para quienes no vivieron esa época que Alemania y Berlín permanecieron divididas durante décadas.
Balance de los daños
De acuerdo con diversas estadísticas, en el Muro de Berlín murieron al menos 140 personas. Pero, según se indicó desde la asociación de investigación del SED en la Universidad Libre de Berlín, el Gobierno corrigió su estudio, al indicar que en la frontera intergermana perdieron la vida al menos 327 personas.
Posteriormente el proyecto de investigación fue revisado y actualmente el Gobierno estima que hubo al menos 260 muertos.
Ya no es mucho lo que puede verse del Muro original en Berlín. Los restos en la East Side Gallery o en la Bernauer Strasse pueden dar una idea de la división que marcó una época. Una franja de pavimento marca el antiguo límite, pero la mayoría la pasa por alto. En la euforia de la reunificación, gran parte del Muro fue derribado y solo más tarde esto fue reconsiderado de forma crítica.
Memoria
En la capital alemana, se desplegará un amplio programa para recordar el 60 aniversario del inicio de la construcción del Muro. La Fundación del Muro invita del 13 al 15 de agosto a visitas guiadas, diálogos con testigos de época, talleres, conciertos y exposiciones.
- Además, el 13 de agosto está prevista una conmemoración central con el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, en el Sitio Conmemorativo en la Bernauer Strasse, con 120 invitados. Y en el monumento a las víctimas del Muro se depositarán ofrendas florales.
- La Bernauer Strasse es considerada un símbolo de la división alemana. Cuando comenzó a levantarse el Muro, el frente de las casas estaba en el este y la acera, en el oeste.
- En los primeros días posteriores al 13 de agosto de 1961, algunas personas todavía intentaban saltar desde las ventanas de sus casas a Occidente. Posteriormente las ventanas fueron tapiadas y las casas, demolidas.