Nueva York, Estados Unidos | AFP |
El alcalde de Nueva York firmó este lunes la derogación de una ley aprobada hace casi un siglo y que técnicamente prohibía bailar en miles de bares, restaurantes y discotecas de la ciudad.
La «ley del cabaret», de 1926, había sido derogada por 41 votos contra uno el pasado 31 de octubre en el concejo municipal y solo le faltaba ser ratificada por el alcalde Bill de Blasio.
Según los activistas que impulsaron su derogación, la ley ha sido utilizada históricamente para cerrar establecimientos donde se congregan minorías, desde negros y latinos a la comunidad LGBTI.
«Es 2017 y esta ley simplemente no tiene sentido. La vida nocturna es parte del crisol cultural de Nueva York que une a la gente», dijo De Blasio el lunes.
«Queremos ser una ciudad donde la gente pueda trabajar duro y disfrutar de la vida nocturna sin arcaicas prohibiciones al baile», añadió.
Inicialmente, la «ley del cabaret» fue aprobada para limitar el consumo ilegal de alcohol durante la Prohibición, aunque según historiadores su verdadero objetivo era el cierre de los bares de jazz de Harlem en los años 30, 40 y 50 para evitar que blancos y negros se mezclasen.
En los años 90 el alcalde Rudy Giuliani usó la ley para ponerse duro con los clubes en su lucha contra el crimen.
Últimamente se empleaba poco, pero en teoría requería que espacios públicos que venden comida y bebidas obtuvieran permisos casi imposibles de sacar para que se permitiera bailar en su interior.
Menos de 100 de los más de 22.000 bares, restaurantes y discotecas de Nueva York tienen el esquivo permiso.
El joven concejal demócrata de Brooklyn Rafael Espinal, que lideró la lucha para enterrar esta normativa, dijo este lunes que «artistas, músicos, propietarios de negocios, trabajadores y neoyorquinos en general (…) ya no tendrán más miedo a que la policía del baile cierre sus locales favoritos».