El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, denunció el lunes una «crisis» de antisemitismo en Estados Unidos después de que cinco personas fueran apuñaladas en la casa de un rabino durante una celebración de Hanukkah.
«Consideramos que esto es una crisis», dijo De Blasio en una entrevista con la radio NPR.
«Hay un problema creciente de antisemitismo en todo el país. Ha tomado una forma cada vez más violenta», agregó.
El alcalde de Nueva York dijo que se ha desarrollado una «atmósfera de odio» y que «se han desatado las fuerzas del odio».
«Algo de eso tiene que ver con la realidad de Washington», dijo. «Parte tiene que ver con las redes sociales».
De Blasio anunció una serie de medidas para abordar el problema, incluida una presencia policial intensificada en las comunidades judías de Nueva York, cámaras de seguridad adicionales y patrullas de seguridad comunitarias multiétnicas.
«Hemos hecho un hábito que cada vez que la comunidad judía es atacada en cualquier parte del mundo, se refuerzan los sitios clave de esa comunidad en la ciudad de Nueva York», dijo.
«Pero lo estamos haciendo ahora a una escala mucho mayor, particularmente en Brooklyn, donde se encuentran las vulnerabilidades más importantes».
Grafton Thomas, un ciudadano de 37 años sospechoso del ataque, ocurrido en la noche del sábado en la la casa suburbana del rabino Chaim Rottenberg en Monsey, condado de Rockland, fue conducido a una corte de Nueva York el domingo, acusado de cinco cargos de intento de asesinato.
Rockland alberga a la comunidad judía más numerosa de Estados Unidos en relación a sus habitantes. Un 31.4% de sus residentes, es decir unas 90,000 personas, son judíos.