Al menos cuatro personas, entre las que habría un menor, murieron este miércoles en un tiroteo en un edificio de oficinas en la ciudad estadounidense de Orange, en el estado de California.
Asimismo, una mujer y el presunto autor de los disparos se encuentran en estado crítico en el hospital, ambos por heridas de bala, según recoge NBC.
La Policía informó de que llegó a la escena en torno las 17:30 horas (hora local) y terminó involucrada en un intercambio de disparos con el autor.
Según ha asegurado la portavoz de las fuerzas de seguridad Jennifer Amat a NBC, no se sabe si las heridas del autor las causó un arma policial o fueron autoinfligidas, pero se ha recuperado su arma de la que se espera extraer información más precisa.
No se ha revelado la identidad del agresor, ni sus víctimas, ni el motivo que desencadenó el tiroteo.
El gobernador de California, Gavin Newsom, calificó de «horrible y descorazonador» el suceso y trasladó sus condolencias a las familias de las víctimas.
El suceso se produce poco después de dos tiroteos en los estados de Atlanta y Colorado que han llevado al presidente del país, Joe Biden, a pedir al legislativo una regulación que limite la tenencia de armas como rifles automáticos, una medida que es altamente improbable que sea aprobada dada la aritmética parlamentaria en el Senado.