El ataque «terrorista» contra un campo militar en el noreste de Malí, cerca de la frontera con Níger, dejó 49 muertos, anunció el sábado el ejército maliense en un nuevo balance.
Un anterior balance, facilitado en Twitter el viernes por la noche por el ministro de Comunicación y portavoz del gobierno, Yaya Sangara, daba cuenta de 53 soldados y un civil muertos.
El ataque se produjo contra un campo militar en Indelimane, en la localidad de Ansongo, en el sector de Menaka (noreste).
«Las FAMa [fuerzas armadas malienses] registran 49 muertos, tres heridos y daños materiales. Se rescató a una veintena» de personas, afirmó el sábado el ejército maliense en su página de Facebook.
«La situación está bajo control por parte de las FAMa en Indelimane. Se sigue estudiando [el área] para realizar evaluaciones», agregó.
El ataque, calificado el viernes de «terrorista» por el ejército, no fue reivindicado. Tampoco se precisaron las circunstancias en que se produjo.
Con el ataque del viernes, el ejército maliense sufre una de sus mayores bajas en años.
Este ataque se produce un mes después de la muerte de 40 soldados en dos ataques yihadistas el 30 de septiembre y el 1 de octubre cerca de Burkina Faso, país situado al sur de Malí, según un balance de un responsable del Ministerio de Defensa. Varias fuentes estiman que este saldo está infravalorado.
El norte de Malí cayó en manos de grupos yihadistas vinculados a Al Qaida entre marzo y abril de 2012, aprovechando la derrota del ejército frente a la rebelión de mayoría tuareg, que en un principio era aliada a estos grupos y después fue apartada.
Los yihadistas fueron en gran parte expulsados o dispersados tras el lanzamiento en enero de 2013 de una intervención militar, a iniciativa de Francia, que continúa actualmente.
Sin embargo, la violencia yihadista persiste y se propaga desde el norte al centro del país, y hacia los vecinos Burkina Faso y Níger, mezclándose a menudo con conflictos intercomunitarios que han dejado cientos de muertos.