Los servicios de rescate seguían el viernes buscando a una decena de personas desaparecidas tras las inundaciones y los deslizamientos de tierra que se produjeron en Nochevieja en la región de Yakarta y causaron al menos 43 muertos.
Esta catástrofe es la más mortífera desde las inundaciones de 2013 que dejaron un saldo de decenas de muertos en la capital indonesia.
Las fuertes lluvias torrenciales que cayeron en la megalópolis de Yakarta, donde viven unos 30 millones de personas, transformaron barrios enteros en terrenos vagos llenos de coches volcados entre edificios dañados.
Unos 192.000 habitantes fueron evacuados en refugios temporales y numerosas personas seguían sin poder regresar a su domicilio, ya que sus casas estaban anegadas de barro y agua, indicaron las autoridades.
«Sugerimos a las personas cuyas casas siguen inundadas que se vayan a un lugar más seguro», declaró Agus Wibowo, portavoz de la agencia nacional de gestión de desastres.
Según esta agencia, 43 personas murieron en la aglomeración de Yakarta y en la región de Lebak, situada en el extremo sur de la isla de Java.
Las aguas se retiraron en gran parte de los sitios afectados y la electricidad, que había sido cortada en muchos barrios, se iba restableciendo en la zona.
Los servicios de rescate señalaron que este viernes iban a evacuar a los vecinos de los barrios más siniestrados, especialmente los niños y las personas mayores, que seguían atrapados en sus casas. Para estas operaciones, iban a utilizar lanchas hinchables.
«Hoy centraremos nuestras búsquedas en 11 lugares que siguen inundados, para poder evacuar a más personas», explicó Yusuf Latif, portavoz de la agencia nacional de rescates.
Por su parte, las autoridades indonesias anunciaron el viernes que iban a proceder a una siembra de nubes al oeste de la capital, provocando la lluvia mediante productos químicos vaporizados por aviones. El objetivo de esta operación es evitar nuevas precipitaciones en la región.