El presidente del París SG, Nasser Al-Khelaifi, y el exnúmero dos de la FIFA, Jérôme Valcke, fueron interrogados este lunes por la fiscalía suiza por sospechas de corrupción en la atribución de los derechos televisivos de la Copa del Mundo de fútbol.
La fiscalía indicó en un comunicado que se trataba de los «últimos interrogatorios» de una causa que se abrió en marzo de 2017.
La justicia suiza sospecha que Al-Khelaifi, patrón del grupo de televisión catarí beIN Media, ofreció «ventajas inducidas» al francés Valcke, que incluyeron el poder disfrutar gratuitamente de una lujosa finca en Cerdeña, a cambio de los derechos de TV para los Mundiales entre 2018 y 2030.
Valcke ya está imputado en otro asunto de corrupción, que le supuso una suspensión de 10 años impuesta por la justicia interna de la FIFA por su vinculación con un caso de reventa de entradas del Mundial-2014. También fue acusado de utilizar aviones privados pagados por la FIFA para uso personal.
Al Khelaifi, por su parte, también fue imputado en mayo por la justicia francesa por «corrupción activa» por un pago sospechoso a finales de 2011, en plena campaña de Doha para obtener el Mundial de Atletismo de 2017, atribuido finalmente a Londres, aunque la capital catarí fue elegida como sede para 2019, un campeonato que se celebró en el Khalifa International Stadium del 27 de septiembre al 6 de octubre.
Unos días antes de la votación, la sociedad Oryx Qatar Sports Investment, propiedad de Al-Khelaifi y de su hermano Khalid, pagó un total de 3,5 millones de dólares a una empresa de mercadotecnia deportiva dirigida por Papa Massata Diack, hijo del antiguo presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), Lamine Diack.
Los jueces de instrucción buscan determinar si en contrapartida de estos pagos, Lamine Diack, presidente de la IAAF entre 1999 y 2015, trabajó para posponer las fechas de organización de estos dos acontecimientos, debido a las condiciones meteorológicas del país.