- Los Dodgers ganaron el partido 1 de la final de la Liga Nacional 2-1 sobre los Cerveceros gracias a una sólida apertura de Blake Snell, quien lanzó ocho entradas sin permitir carreras, con 10 ponches y solo un hit permitido.
El primer y único hit permitido por Snell fue un sencillo de Caleb Durbin en la tercera entrada, pero luego retiró a 17 bateadores seguidos para finalizar su labor con 24 total de enfrentados.
En la baja del sexto episodio, Freddie Freeman conectó un jonrón solitario ante el relevista Chad Patrick, rompiendo el empate 0-0 y dándole la ventaja a Los Ángeles.
En el noveno, con bases llenas, el lanzador Abner Uribe otorgó un boleto a Mookie Betts, que sirvió para impulsar la carrera de seguro y poner el marcador 2-0.
En el cierre, los Cerveceros descontaron con un fly de sacrificio de Jackson Chourio, marcando el 2-1 final. Pero Blake Treinen ponchó a Brice Turang para poner fin al juego.
Uno de los momentos más extraños del partido fue en el cuarto inning: con bases llenas y un out, Max Muncy conectó un elevado al centro que pegó el muro y luego cayó en el guante del jardinero Sal Frelick, generando confusión.
Lo que parecía un jonrón o por lo menos un sencillo produjo un doble play inverosímil: los corredores se confundieron sobre si tenían que detenerse o no, lo que permitió forzados en la goma y en tercera.
Los Cerveceros intentaron reaccionar en la novena con bases llenas, pero no pudieron romper el cerrojo defensivo. Snell y el bullpen resolvieron.
Fortalezas de los Dodgers:
Blake Snell fue dominante. Su capacidad para mantener el control, evitar resoluciones con hombres en base y lanzar con eficiencia fue clave para frenar a un lineup competente como el de Milwaukee.
Oportunismo ofensivo. Con pocas oportunidades, el equipo capitalizó: un jonrón en un momento perfecto y luego aprovechar una base gratis en la novena para asegurar.
Disciplina en el bullpen. Incluso con presión en la novena, el bullpen —y Treinen al final— supieron cerrar.
