El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) dejará de tramitar exenciones de deportación para inmigrantes por motivos de salud, una medida criticada por un senador demócrata como una «sentencia de muerte» para muchos enfermos.
Una portavoz del USCIS confirmó a la AFP que el cambio de política entró en vigor el 7 de agosto y que la agencia recibía unas 1.000 solicitudes cada año, pero que la mayoría era rechazada.
Este programa de protección específico para migrantes en tratamiento médico o que tenían un familiar enfermo en Estados Unidos es similar al programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), creado por el expresidente Barack Obama para evitar la deportación de inmigrantes irregulares llegados al país siendo niños.
«Esto puede ser una sentencia de muerte de facto para los pacientes», criticó este martes en Twitter el senador demócrata Ed Markey.
La portavoz de la agencia dijo que este cambio no implica el final del programa, que ahora estará en manos de la unidad responsable de expulsar a personas de Estados Unidos, el Servicio de Inmigración (ICE, por sus siglas en inglés).
Markey dijo que con esto el gobierno de Donald Trump cae en un nuevo nivel de bajeza.
«Quizás es por esto que estaban demasiado avergonzados de anunciar este cambio de política públicamente», denunció el senador por Masachusets.
Trump, que sostiene un endurecimiento de la política migratoria, canceló el programa DACA que amparaba a unos 700.000 «soñadores» y también anunció el fin del Estatuto de Protección Temporal (TPS) para varios países, afectando a cerca de 300.000 migrantes.