Un comité de acción política se activó para contrarrestar los comentarios falsos y engañosos sobre la pandemia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con una campaña de gran alcance y apoyada en la tecnología en medios sociales.
«Defeat Disinfo» («Derrotar la Desinformación»), que comenzó la semana pasada, planea utilizar un «sofisticado conjunto de herramientas que nos permite detectar la desinformación justo cuando comienza ya a hacerse viral en los medios sociales», según una declaración de los creadores de la campaña.
Asimismo, tiene como objetivo promover la «contra-narrativa veraz» sobre COVID-19 con respuestas ‘tweet por tweet’ para limitar el impacto de la información inexacta.
Curtis Hougland, director del comité y jefe de una empresa de tecnología que trabaja para contrarrestar la propaganda en línea de Rusia y los extremistas del Estado Islámico, dijo que la inteligencia artificial jugaría un papel en este esfuerzo.
La tecnología «utiliza técnicas como el procesamiento de lenguaje natural y clasificadores de aprendizaje para determinar las emociones, los temas y los mensajes que animan la conversación de forma predictiva», dijo Hougland.
El experto comentó que esta tecnología «fue incubada y probada en la primera línea de la propaganda de ISIS» y ha sido actualizada para la última iniciativa.
El comité no está alineado con ningún candidato pero asegura que Trump, que busca la reeleección en los comicios presidenciales de noviembre, «está negando los hechos sobre la respuestas al coronavirus de su administración», y agregó: «lo responsabilizamos por eso».
«El presidente Trump es el mayor amplificador de desinformación de Estados Unidos, dijo Hougland. «La gente está muriendo como resultado de su agenda política».
La iniciativa se puso en marcha con mensajes dirigidos a señalar el peligro de los comentarios de Trump, como cuando sugirió que inyectar desinfectante podría ayudar a combatir el coronavirus.
La campaña no utilizará cuentas automatizadas para amplificar sus mensajes. Hougland dijo que está construyendo una red de 3,4 millones de «creadores de contenido con credenciales» y personas con prestigio llamadas con frecuencia «influentes sociales».
Hougland aseguró que la iniciativa buscaría autofinanciarse, en su mayoría con pequeñas donaciones, sin ofrecer más detalles.